El PSOE, el rentable centro progresista y la tentación izquierdista

enrique g. souto lugo / lA voz PULSO LUCENSE

LUGO

06 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quizá porque no desconoce los consejos de Giulio Mazarino (1602-1661), hay, hoy como ayer, en la real nomenclatura socialista, de González para abajo, una acusada tendencia a considerar, como el hábil cardenal, que «el centro siempre es preferible a los extremos». En Lugo, el centrismo le fue electoralmente muy bien al PSOE; le fue también que tiene la alcaldía de la capital desde 1999 y, pilota, no sin sobresaltos, la Diputación desde 2007. Al PSOE en Lugo le van bien las cosas cuando navega por el centro y condena al PP a deslizarse hacia la derecha, más por necesidad de espacio vital que por convencimiento de quienes gobiernan el barco popular. Ahora, en el PSOE lucense hay voces que presionan para llevar a su partido más a la izquierda, aunque no se sabe bien a qué izquierda. Entre esas voces están las de algunos que ejercían cargos políticos cuando al PSOE en Lugo era oposición.

Es cierto que la política hace extraños compañeros de cama. Que Gómez Besteiro acabase alineado con Pedro Sánchez en la casa socialista solo es explicable en clave de desesperado intento de supervivencia política. De Besteiro, al revés que del marqués de Bradomín, no se puede decir que sea feo, pero sí que, como él, es católico y sentimental; lo que tampoco se puede decir de él es que tenga a Marx como fuente de inspiración de su ideario político.

Besteiro creció a la sombra de la socialdemocracia centrista de Orozco; tuvo ocasión después de volar solo desde la atalaya de la presidencia de la Diputación. Y ¡pataplum! Ahora, el PSOE lucense está hecho unos zorros (tiene su propia crisis añadida a la crisis de ámbito nacional) y, como siempre ocurre en casos así, menudean las voces que piden más izquierda, más izquierda. Y a babor está Podemos, la marea o como quiera que se llame esa macedonia ideológica que nació, como la Falange, para no ser de izquierdas ni de derechas. Está también el Bloque, sustentando en la columna de hierro que aún es la UPG. El PSOE en Lugo está abocado a ser el partido de centro y progresista que logró la alcaldía en 1999. O eso, o el próximo alcalde o alcaldesa será del PP. Lara Méndez debe leer a Mazarino; sabía mucho de supervivencia.