Desde Inspección laboral matizan que el arreglo de las deficiencias le corresponde al Ministerio de Trabajo, pues la Inspección no tiene presupuesto. Lo que hacen desde el departamento lucense es notificar todas las irregularidades detectadas a la Dirección General de Patrimonio Sindical, para que ellos tomen medidas.
Creen que si los arreglos no se han producido todavía es por falta de presupuesto. Como ejemplo explican que el año pasado se eliminó una gotera que había y supuso un gasto de casi 600 euros. Lo que habría que hacer ahora, continúan, es levantar toda la tela asfáltica y renovarla, y eso es mucho más caro: «El problema es que este edificio fue concebido como una construcción andaluza, con patio incluido, y Lugo no es Andalucía», continúan.
El edificio de Sindicatos fue construido a mediados de los años sesenta.