Policía Local, Rof Codina y varias clínicas veterinarias no tienen constancia
10 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Las redes sociales alertan de la supuesta presencia de cebos con venenos para animales en diferentes zonas de los barrios lucenses de As Fontiñas y Montirón, incluidos parques infantiles. Distintas páginas de Facebook se han hecho eco de los avisos de numerosos vecinos que denuncian públicamente haber visto estos venenos o conocer a alguien que se haya topado con ellos. Alguno hasta ha colgado fotografías.
Sin embargo, la Policía Local de Lugo, el hospital Rof Codina y varias clínicas veterinarias de la ciudad consultadas no tienen constancia de tales sucesos, según explicaron. Desde la Policía afirman que no hay ninguna denuncia registrada, mientras que el hospital y las clínicas señalan que en los últimos meses no han recibido ningún caso de animales intoxicados con veneno en las citadas circunstancias. Eso sí, reconocen haber escuchado estas alarmas entre los vecinos o en las propias redes sociales. En el Rof Codina matizan que solo han recibido algún perro envenenado procedente de otras provincias, y en una clínica privada solo tuvieron el caso de un perro, pero ocurrió por accidente en el interior de la vivienda. Explican, además, que estos casos suelen aparecer en épocas en que se echan sulfatos y herbicidas en los campos, que también pueden hacer daño a los animales.
La plataforma Sioux Pro-Sabuesos es uno de los grupos que se ha hecho eco de la noticia. Según los comentarios de los internautas, el veneno, habitualmente raticida, suele aparecer envuelto en comida, como patatas. Los vecinos alertan de que estas sustancias no solo suponen un peligro para los perros, sino también para los niños, que pueden llevárselas a la boca al confundirlas con alguna gominola.
Hay quien afirma que ha puesto denuncia y que ya ha habido un perro muerto, pero estos aspectos no han podido confirmarse. De hecho, la Policía niega que haya denuncias.
La rapidez es fundamental
Una de las personas que reconoce haber sido víctima de estas prácticas es Mario Alvite. Explica que se hizo cargo del perro de su hermana que se fue de viaje y un día que lo sacó a pasear, en un despiste, el animal se comió «un taco de veneno azul para ratas que estaba dentro de un muro en la Calle Rey Don García, a la altura del número 79 aproximadamente».
Al darse cuenta, Alvite dice que se lo llevó al Rof Codina -aunque en el hospital veterinario señalaron que no han atendido ningún caso similar- «y allí le hicieron vomitar todo, le dieron carbón para que limpiase cualquier resto de veneno y en unas semanas se le hizo una prueba para ver si estaba todo bien». Comenta que el perro se salvó porque lo llevó rápido al veterinario, «si no lo ves y lo llevas al veterinario cuando ya tiene los síntomas, dalo por muerto».