Mientras que para los sindicatos constituyó un éxito la convocatoria -aseguran que se paralizó la actividad en O Ceao, en el comercio del centro, en As Termas y en Carrefour, además de en algunos organismos públicos- para la patronal fue un fracaso.
La huelga afectó al transporte escolar, cuya salida se retrasó. A la sede de Monbus se desplazó un piquete informativo y el primer bus no pudo salir de las cocheras hasta pasadas las nueve de la mañana, cuando tendría que haberlo hecho a las siete y media.
La CEL asegura que la jornada se desarrolló «con normalidad prácticamente absoluta» y cifra el seguimiento de la huelga en un 5%, en un chequeo realizado entre sus asociados. Según la patronal, «la práctica totalidad de las empresas desarrollaron su actividad con normalidad casi absoluta y únicamente se ha podido apreciar algún cierre totalmente puntual y temporal en comercios del centro de Lugo y algún otro núcleo urbano como consecuencia de la labor de presión de los piquetes informativos, así como en alguna obra aislada de carácter público». La confederación lamenta las pintadas en establecimientos y mobiliario público.
Para el presidente de la patronal, Eduardo Jiménez, la huelga «no ha contado en ningún momento con el apoyo de la base social que en estos momentos lo que quiere es trabajar por la recuperación económica del país».