Un proceso que sirve incluso para la fabricación de glicerina

La Voz

LUGO

13 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El proceso destinado a la fabricación de biocarburantes de segunda generación -así definió el producto el responsable de la fábrica, Juan Pereira, a los visitantes que ayer pasaron por las instalaciones- implica el paso por diferentes etapas y el empleo de otros materiales necesarios.

El jefe de producción, Eduardo Resta, manifestó que una vez descargado el aceite, que entra en la fábrica con una media de unos 50.000 litros diarios, se introduce en calderas en las que pasa 55 minutos a 90 grados. El material pasa luego por sendos procesos de centrifugación, de destilación, de lavado ácido y de deshidratación. Con esos pasos se logra, en primer lugar, separa el biodiésel del metanol, alcohol metílico que se usa en la fabricación; en segundo, se separan el agua y otras impurezas que puedan aparecer.

La fabricación de biodiésel permite también la obtención de glicerina, cuyas utilizaciones como producto final son variadas. Por otro lado, la empresa dispone en la fábrica de un laboratorio en el que se supervisa el proceso del inicio al final.

Como explicó la ingeniera química Laura Fernández, los análisis comienzan por la materia prima que llega y acaban con el producto obtenido para evaluar si la reacción de los elementos ha sido correcta. Un equipo de cromatografía aporta datos que permiten saber si el proceso de reacción ha sido adecuado.