1 Evitar la exposición en las horas centrales del día. Los especialistas aconsejan evitar el sol entre las 12 del mediodía y las 16 horas.
2 Tiempos y renovaciones de la protección. Extender la crema protectora sobre el cuerpo media hora antes de la exposición. Renovarla cada dos horas y después de cada baño.
3 Utilizar el factor máximo de protección. En cada marca comercial, el usuario debe escoger la crema que tenga el coeficiente protector más alto.
4 Emplear sombrillas amplias. Los rayos solares se reflejan en la arena de la playa y el agua. Si el paraguas de la sombrilla no es muy grande, los riesgos de quemarse son altos.
5 Protegerse aunque el día esté nublado. En las jornadas nubladas el sol es igual de dañino que en las despejadas.
6 Hidratante y «aftersun». Al volver de la playa es conveniente ducharse con agua clara y echarse una hidratante o un aftersun para que la piel no se reseque.