EL TRAGALUZ | O |
23 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.es el título de una película dirigida por Achero Mañas que juega con el documental y donde tienen cabida los fotogramas y otros recursos cinematográficos que tienen por misión hablarnos en tono reflexivo del teatro que se hace en la calle, en permanente interacción con la gente y donde la imprevisión está asegurada. Noviembre fue la película escogida el miércoles pasado por el Servizo de Prevención de Drogodependencias del Concello de Lugo, quizás para explicar que, como en todos los ámbitos de la vida, los sueños chocan a menudo con la cruda realidad. Cuando Alfredo (Óscar Jaenada), Lucía (Ingrid Rubio) o Daniel (Juan Margallo) y otros amigos decidieron crear una compañía de teatro, tenían más claro lo que no deseaban hacer, que lo que en verdad querían representar. Por eso el teatro de Noviembre emergió como una forma de comunicarse entre los seres humanos. «Y porque creo que el teatro puede cambiar el mundo», afirma seguro de sí el protagonista, Alfredo. Así que, aún sin curtir, el grupo se echa a la calle decidido a actuar al margen de cualquier organismo que les reste libertad y con la filosofía de no querer cobrar ni un duro, para no acabar, dicen en la película, como todos; es decir, en un escenario haciendo teatro convencional. Pero las circunstancias acabarán haciendo mella en aquellos «mandamientos» que parecían irrenunciables. Aunque todo tiene sus riesgos, ojo. Noviembre es, por tanto, la visión que del teatro quiso dar desde el celuloide el que fuera director de El bola. Diría más, el teatro sólo es su hilo conductor para provocar la reflexión en el espectador. Y que mejor que la frase de Lucía pronunciada al final: «Intentamos cambiar el mundo y no lo conseguimos. Ahora lo que intento es que el mundo no me cambie a mí». redac.lugo@lavoz.es