Un pequeño bote que ayuda a disimular roces y recuperar brillo sin necesidad de herramientas

07 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Si aparcas en un garaje comunitario de esos con columnas que parecen colocadas a mala idea, ya sabrás lo fácil que es llevarse un roce tonto. A veces es un arañazo, otras un restito de pintura del coche de al lado… y pocas cosas molestan tanto como ver la marca al día siguiente. Por eso este reparador de arañazos de Krafft, que solo cuesta 3,38€ te salva la vida, para que dejes el coche un poco más presentable sin liarte demasiado.

Un bote pequeño que da para más de lo que parece

Lo mejor de este producto es que no exige ser un manitas. Es una crema suave que se aplica como un pulimento ligero: un paño de microfibra, un poco de producto y movimientos circulares. No hace falta fuerza ni técnica especial, y eso se agradece cuando solo quieres borrar un roce sin dedicarle toda la tarde.

Es apto para todo tipo de colores y pinturas, y en la práctica responde bien en los arañazos superficiales, esos que no han llegado a levantar la pintura. También funciona en las marcas de otro coche, esas que quedan como un “frotón” blanco o rojo sobre tu puerta. Y lo más útil: deja un acabado con brillo que disimula bastante el trabajo, como si hubieses pasado por un lavado más completo.

En situaciones típicas como aparcamientos estrechos, roces contra una pared o un pequeño golpe con el carrito del súper suele bastar con una o dos pasadas. Además, como el bote es de 150 ml, da para varios usos y para repasar distintas zonas cuando lo necesites.

Por qué compensa tenerlo a mano

Lo importante aquí no es que deje el coche perfecto, sino que evita que un detalle mínimo acabe convirtiéndose en una reparación cara. Para uso cotidiano cumple con nota: es rápido, no huele fuerte y no deja residuos raros sobre la chapa. Y cuando se aplica con paciencia, mejora bastante el aspecto general, algo que se nota especialmente en coches oscuros donde cualquier marca canta más.

En relación calidad-precio, esta oferta es difícil de ignorar. Por lo que cuesta, puede ahorrarte visitas innecesarias al taller o ese disgusto de ver la puerta marcada durante semanas. No es un producto milagroso (no arregla arañazos profundos), pero sí una de esas soluciones prácticas que merece la pena tener en el maletero para emergencias.

Un pequeño gesto que mantiene el coche con mejor cara

Al final, cuidar el coche no siempre implica grandes gastos. A veces basta con un producto sencillo que soluciona lo cotidiano y ayuda a mantenerlo con buen aspecto, sobre todo en meses de lluvia y humedad, cuando los roces parecen multiplicarse. Este reparador de arañazos es justamente eso: un recurso útil, fácil y muy agradecido.

Si te interesa seguir descubriendo productos prácticos para el día a día, puedes encontrar más recomendaciones en la sección de consumo y estilo de vida de La Voz de Galicia, donde seleccionamos ideas pensadas para acompañarte en tu rutina.

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