El Cristo de la Colada existe y la talla se conserva en Sevilla

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

María del Pilar Durán Loriga Tojeiro, con la imagen religiosa, en su casa de Sevilla
María del Pilar Durán Loriga Tojeiro, con la imagen religiosa, en su casa de Sevilla ARCHIVO F. AIRA

El investigador Felipe Aira localiza la imagen que inspira una vieja leyenda que alimentó en Monforte el rechazo a los judíos

06 may 2021 . Actualizado a las 11:37 h.

En un documento redactado a raíz de una visita a Monforte en el siglo XVIII, el cronista de la orden franciscana fray Jacobo de Castro da cuenta de la existencia de los cristos denominados «de los Azotes y de la Colada» en el desaparecido monasterio del campo de San Antonio. Ambas imágenes religiosas están asociadas a tradiciones orales del siglo XVI que alimentaron entonces el recelo de la población hacia los judíos conversos. El investigador Felipe Aira, autor del único libro dedicado a la antigua comunidad hebrea de esta ciudad, ha conseguido localizar la imagen del Cristo de la Colada, tras una tenaz labor de investigación que se prolongó durante varios años. La talla fue a parar a Sevilla y está en posesión de María del Pilar Durán Loriga Tojeiro, bisnieta del juez de primera instancia de Monforte de Lemos que se hizo con ella tras la subasta de bienes de la Iglesia que trajo consigo la desamortización.

La tradición cuenta que el Cristo de la Colada fue sustraído y sumergido posteriormente en agua hirviendo por una mujer judía en un estanque que aún existe en una finca cercana al monasterio de San Vicente. Milagrosamente, el crucifijo salía a la superficie intacto una y otra vez. La mujer trató de dañarlo valiéndose de un cepillo de púas, pero la imagen cobró vida en ese momento y sus voces alertaron a los monjes, que entregaron a la impía a la Inquisición. «Fueron leyendas fomentadas para dar una imagen negativa de los judíos», apunta al respecto Aira.

Adquirido en una subasta

A raíz de sus investigaciones, pudo constatar que la junta revolucionaria nacida con la desamortización subastó el Cristo de la Colada junto a otros bienes del antiguo convento de San Francisco. La imagen, muy venerada en Monforte por sus poderes milagrosos, fue adquirida en primer término por un vecino de la parroquia de A Vide. Las pesquisas realizadas por Aira le permitieron confirmar que la talla fue entregada luego por esa familia al magistrado coruñés Miguel Salgado Membieta, juez de primera instancia de Monforte en 1857 y conocedor de la leyenda.

Salgado Membieta había contraído matrimonio con Pilar Guitián Rodríguez, de la familia de Bóveda dueña -entre otras casas señoriales- del pazo de Romariz, en tierras de O Incio, donde permaneció durante décadas la imagen que en otros tiempos se custodió en la sacristía del monasterio monfortino. «Contrastando muchos datos y documentos, y después de años de investigación, pude localizar a los actuales propietarios. Ver la imagen fue un momento mágico», explica el investigador autor del hallazgo. Aira lo dará a conocer públicamente en un acto para el que se desplazará desde Sevilla uno de los hijos de María del Pilar Durán Loriga, que cuenta en la actualidad con 87 años.