Un poco de humor en la venta de alimentos a domicilio

L. Díaz MONFORTE

LEMOS

Carlos Pérez, junto a la plaza de Abastos, listo para empezar el reparto
Carlos Pérez, junto a la plaza de Abastos, listo para empezar el reparto CEDIDA

Con mascarilla y una peluca de Carnaval, un vendedor de la plaza reparte su mercancía y la de los otros puestos

18 mar 2020 . Actualizado a las 22:10 h.

Nunca lo tuvo fácil el comercio de cercanía en su pulso con las grandes superficies. Para muestra, el devenir de la plaza de Abastos de Monforte. De sus dos plantas, en tiempos rebosantes de actividad, queda un reducido espacio en un lateral del bajo en el que siguen abiertos cinco negocios. Cuatro desde el lunes, porque el mercado reabrió esta semana con el único puesto de venta de pan con las persianas bajadas. Según cuentan, secuelas de la crisis del coronavirus.

El lunes fue un día de caras largas en la plaza de Abastos. Apenas se veían clientes y en los vendedores se percibía la preocupación. «Hay mucho miedo. Lo tiene la gente que viene a comprar y también lo tenemos nosotros», decía uno de ellos. El Ayuntamiento, titular de las instalaciones, dio libertad a los adjudicatarios de los puestos para abrir o no al decretarse la alerta sanitaria. Carlos Pérez, propietario de la frutería María Castaña, compagina desde entonces venta presencial y reparto a domicilio.

De mañana atiende el puesto de la plaza y por la tarde coge la furgoneta para dejar los pedidos a la puerta de las casas. «O sábado non rematei ata as dez da noite. A nosa clientela é sobre todo xente maior que nin debe saír nin pode cargar con moito peso», explica. Reparte la mercancía pertrechado de mascarilla, guantes y gel desinfectante. También provisto de una llamativa peluca carnavalesca que deja desubicado a más de un cliente. «Algún asústase de entrada, pero enseguida entende que é unha forma de levar algo mellor todo isto. Se non rimos, malo», señala.

Hay que ayudarse

Carlos Pérez no solo reparte productos de su frutería. Distribuye todo tipo de alimentos en colaboración con una firma mayorista, y también la mercancía de los demás puestos de la plaza de Abastos. «Se alguen quere carne ou calquera outra cousa dos meus compañeiros, lévollo cos meus pedidos. Temos que axudarnos, e máis coa que está caendo», apunta el vendedor.