Una roulotte y una iglesia en Vilabade

La Voz

LEMOS

CARLOS CORTÉS

25 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La decisión de cambiar el trazado original del camino y denominarlo complementario relega a un segundo plano la iglesia de Santa María de Vilabade, también llamada catedral de Castroverde. El templo, que data del siglo XV, alberga estilos gótico y barroco por las distintas etapas en las que fue construido. A finales de los años 70 fue declarado monumento histórico-artístico, de carácter nacional. Actualmente es un bien de interés cultural.

«Ahora la afluencia de peregrinos se divide entre las dos rutas y esto genera mucha confusión a los peregrinos», declaró el que es párroco de la iglesia desde 1965, Manuel Varela. El cura se puso en contacto con la Xunta y presentó una queja que la admininstración ignoró. En el interior los problemas de humedad se aprecian a simple vista y afectan a las pinturas que hay en la nave principal del templo. «Ya tenemos el proyecto de los arquitectos y el permiso de obra», declara el párroco, que aún no ha pudoreunir los fondos para la restauración. La iglesia tiene una guía para los peregrinos que dispuso la Xunta.

Frente a la iglesia, en el entorno rural del municipio destaca una roulotte con servicio de cafetería. «Este camino es el complementario desde el año pasado pero, hasta entonces, era el original. Todas las guías aconsejan pasar por aquí y ver la iglesia», declara el propietario de la caravana, Jose Antonio Mourelo. Este es el único lugar en el que los peregrinos pueden reunir provisiones en un tramo de más de siete kilómetros de longitud, que va desde O Cádavo hasta Castroverde. «Desviar al viandante por lo que ahora denominan camino principal, en el que no hay nada que tenga relevancia, es algo preocupante», explica Mourelo.

Como reclamación, los peregrinos que pasan por Vilabade «preguntan habitualmente por un aseo», añade el dueño de la caravana.