Los nazis asaltan el museo del ferrocarril

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LEMOS

La recreación de un episodio bélico de la Segunda Guerra Mundial atrajo a cientos de personas en Monforte

18 sep 2016 . Actualizado a las 21:13 h.

Cientos de personas asistieron ayer al espectáculo de recreación histórica -ambientado en la Segunda Guerra Mundial- que la asociación coruñesa The Royal Green Jackets organizó en el museo ferroviario de Monforte. Fue la segunda vez que estas instalaciones acogieron una actividad de este tipo -la anterior fue en el 2012? y la convocatoria despertó una gran expectación. Poco antes de empezar la recreación, una fila de espectadores de todas las edades esperaba para entrar en el recinto del museo a lo largo de toda la calle Padre Feijoo, que da acceso al lugar.

La primera parte del espectáculo tuvo por escenario la explanada situada frente al edificio del museo. En la vía ferréa que atraviesa este espacio se hallaba estacionado un tren encabezado por la estrella del museo ferroviario, la célebre locomotora Mikado, que desde hace varios años no había funcionado en público. Según las explicaciones ofrecidas por megafonía, la escena se desarrollaba supuestamente en la estación de Düsseldorf en marzo de 1945, en un momento en que está a punto de salir hacia Berlín un tren cargado de oro que los dirigentes nazis quieren poner lejos del avance aliado.

Ataque y contraataque

 El público siguió con gran atención la trama representada por los figurantes vestidos con uniformes de época y apoyados en un aparatoso despliegue de vehículos acorazados, automóviles y motos con sidecar. Mientras un mariscal de la Wehrmacht y un general de la Luftwaffe inspeccionaban el tren, dos soldados británicos infiltrados intentaron volarlo con cartuchos de dinamita, pero fueron descubiertos y hechos prisioneros. Poco después, la «estación» sufrió un ataque de la aviación aliada seguido de un contraaque con baterías antiaéreas que se simuló con fuegos de artificio. Los atemorizados nazis pusieron entonces en marcha el convoy para huir del bombardeo y lo llevaron hasta la rotonda del antiguo depósito ferroviario, donde -tras una pausa de unos veinte minutos- un comando aliado se apoderó del cargamento en una ruidosa batalla.