Había 45 burros anotados, pero faltaban jinetes para todos
10 ago 2016 . Actualizado a las 02:27 h.Hubo un tiempo en que la carrera de burros de Escairón estuvo en peligro por falta de burros. Hoy los hay de sobra, pero lo que faltan son jinetes. La que es probablemente la prueba equina más importante del verano gallego se celebró este martes de nuevo con éxito de participación y de público. Unas 2.000 personas presenciaron la carrera en el campo de fútbol de A Lama. El ganador fue de nuevo el Igotz Bilbao, un chaval vasco de 12 años que ya se hizo con el triunfo en la edición del año pasado. Montaba a Niño, un burro de una raza africana y cuatro años más joven que él.
La carrera, que este año alcanzaba su edición número 65, empezó en el campo de fútbol de A Lama cuando ya pasaban de las doce y media del mediodía, con más de media hora de retraso sobre el horario previsto. Minutos antes de la salida, los organizadores pedían por megafonía voluntarios para montar los 45 burros apuntados -cinco menos que el año pasado-, porque para algunos no había jinete.
En las siete rondas clasificatorias previas a la final quedó clara la diferencia de forma entre unos burros y otros. Los más preparados parecían volar, en comparación con el ritmo cansino de la mayoría de sus competidores, que lo mismo avanzaban que insistían en quedarse quietos o giraban sobre sí mismos.
Como es habitual, la carrera más vibrante fue la final, a dos vueltas y con los doce corredores más veloces. Igotz Bilbao y Niño tuvieron que trabajársela. Les pisaron los talones Andrés Pérez Veira y su burro Dinamita, a los que al final sacaron un par de cuerpos de ventaja. El ganador recogió el trofeo de manos de los responsables municipales con su burro Nino cubierto por una ikurriña.