Pide que los 24 millones de impuestos financien obras pendientes
10 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El gordo del Niño ofrece estos días estampas poco habituales en Monforte. Bancos abiertos hasta última hora de la tarde, colas en las administraciones, pedidos de lotería de otros puntos de España... Y ahora un debate plenario a cuenta del primer premio del sorteo de Reyes. El grupo municipal del PSOE anuncia una moción en la que reclama que se invierta en proyectos pendientes la parte que se quedará el Ministerio de Hacienda. Los agraciados pagarán en impuestos un 20%, por lo que habrá que descontar 24 millones al total de 120 que repartió el despacho del barrio monfortino de la Estación.
«Xa é mala sorte que, para unha vez que toca o gordo en Monforte, teñamos que estrear o novo imposto do PP», dice el portavoz socialista, José Tomé. Esta nueva fiscalidad, se lamenta, «quítalle a Monforte 24 millóns de euros, que boa falta nos facían». Puesto a buscarles utilidad, Tomé tiene claras las prioridades. «Sobra onde gastalos», enfatiza el concejal. La moción que suscribe cita, concretamente, seis proyectos que o se ralentizaron por la crisis o lisa y llanamente desaparecieron de los presupuestos del Estado.
Compromisos incumplidos
La «deuda histórica» a la que alude la moción del PSOE pasa por el cumplimiento de los compromisos sobre la ejecución de la variante ferroviaria incluida en en la alta velocidad Ourense-Lugo, la conexión de la ronda urbana con la N-120, la construcción del nuevo puente sobre el Cabe, el comienzo de las obras de la autovía Ponferrada-Ourense y la mejora de las conexiones con el polígono industrial de O Reboredo. «A mellor maneira de empezar a corrixir o abandono do PP con Monforte sería que os 24 millóns de euros que lles quita aso agraciados coa lotería do Neno sexan investidos nos proxectos que están pendentes», sostiene el PSOE.
Tomé destaca al respecto que los monfortinos agraciados con el Gordo «xa pagaron o imposto do 30% cando compraron os décimos de lotería». El descuento del 20% en los premios de más de 2.500 euros supone, según su criterio, una manifestación más de la «labor de rapiña» que sufren «persoas correntes» para no tener que subir los impuestos a las grandes fortunas.