Una plataforma de Lugo para que Air Comet aterrice

Gadea G.Ubierna

LEMOS

Un argentino afincado en la capital se movilizará para que la compañía pague

14 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El hecho de verse en Buenos Aires con dos billetes de avión que habían costado 1.300 euros cada uno y que ya no valían para nada fue solo el principio de la pesadilla navideña del argentino Diego Cárdenas y su esposa lucense, dos de los afectados por el cierre de la compañía aérea Air Comet. Después de haber pasado muchas horas en el consulado español en Buenos Aires y pagado otros 2.000 euros para poder volver a Lugo en la fecha prevista, este argentino parece tener claro que lo peor no ha pasado ya. Ahora llega el momento de reclamar.

El matrimonio espera encontrar apoyo suficiente para emprender esta nueva cruzada en una plataforma de afectados que, se supone, se creará en breve y en la que Cárdenas está seguro de participar, o incluso de encabezar si no hay nadie dispuesto a hacerlo. «Yo voy a tratar de armar esta plataforma buscando asesoramiento y demás, pero de momento no hay nada porque es todo muy reciente y porque aún hay mucha gente que sigue en Buenos Aires porque no ha podido volver».

El caso de Diego Cárdenas y su esposa es similar al de las miles de personas que el pasado 21 de diciembre se quedaron en tierra por el cierre de Air Comet.

«Nosotros llegamos a Argentina el 18 de diciembre y teníamos el regreso para el 4 de enero, pero el día 22 me enteré de que Fomento retiró la licencia de vuelo a la compañía» cuenta Cárdenas mientras consulta la agenda en la que tiene anotadas todas las fechas y horas que ha invertido en solucionar el problema. «El ministerio llegó a acuerdos con otras compañías y puso vuelos para que los afectados pudieran viajar, pero era solo hasta el día 26, y cuando yo llamé, ya no quedaban plazas».

Siete horas para ver al cónsul

La carrera de fondo continuó en el Consulado español en Buenos Aires, adonde Cárdenas fue el día 29 para «pedir una respuesta». Para ese momento, el Ministerio de Fomento había anunciado acuerdos con las compañías Land Chile, Iberia y Aerolíneas Argentinas que, en teoría, iban a ofrecer precios especiales para que los afectados pudieran volar. «Pero en el consulado se comprobó que esta información no era cierta porque una chica que ya había ido a las compañías y que estaba en la cola dijo que no había descuentos» narra. Entonces, decidieron esperar para hablar con el cónsul español. «Estuvimos desde las ocho de la mañana hasta las tres de la tarde, cuando nos recibió y nos dijo que fuéramos a Aerolíneas Argentinas porque había un convenio para volar entre el 30 de diciembre y el 31 de enero con precios especiales».

El escenario del calvario se trasladó a la sede bonaerense de Aerolíneas Argentinas, donde Cárdenas corroboró que lo del convenio era cierto, aunque lo de los precios no tanto. «Una vez allí, hice una reserva para el 31 de diciembre sin saber cuánto me iban a costar los pasajes porque no estaba claro lo de los descuentos. ¿Y por qué ese día? Porque si no, hasta el 22 de enero no había plazas» relata matizando que, al mismo tiempo, una amiga que trabaja en una agencia de viajes le estaba buscando otro billete porque «no podía descuidar mi trabajo hasta el día 22». Cansados de dar vueltas, este argentino afincado en Lugo decidió hacer de tripas corazón: «Volé con Aerolíneas Argentinas el 5 de enero y pagando 1.000 euros por cada pasaje. Si hubiera esperado hasta el 22 de enero, habría pagado 1.300 dólares por cada uno».