El director de la organización afirma que los beneficios del proyecto se dedican a la autofinanciacion El grupo ourensano aporta una parte del millón de euros necesario
06 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.?a participación de grupos con nombre ourensano en proyectos que se desarrollan en territorio nacional es algo que está dejando de ser en los últimos tiempos tan solo un proyecto. Aunque a pequeña escala y sin que lo ourensano sea predominante, la participación de la entidad Cimo en la creación de una red de baños árabes que se está expandiendo por todo el país supone la inmersión de un centro dedicado a la ayuda en la búsqueda del empleo en un negocio que cada día se está poniendo más de moda. «Es una iniciativa de Cimo, pero también de muchos otros centros. Se trata de un grupo empresarial denominado Al Andalus, impulsado por organismos no lucrativos, enmarcados dentro de la Red Araña, que se dedican a la búsqueda de empleo de toda España», afirma Santiago Rodríguez, director de la entidad ourensana. Objetivos La apertura de unos baños árabes en pleno Madrid supone para todos los centros que conforman esta red un logro que tiene unos objetivos bien determinados. «Queremos autofinanciarnos, y para eso tenemos que llevar a cabo iniciativas de este tipo, para no tener que depender al 100% de las subvenciones que nos otorgan las entidades públicas y privadas», afirma Rodríguez quien recuerda como surgió el proyecto. «Un buen día se nos ocurrió ponernos a una cosa tan extraña como unas termas árabes, que nos pareció algo interesante porque no sólo se trata de un sector en auge, sino que también tiene un importante componente cultural, ya que recupera la tradición andalusí, basada en la convivencia de culturas». Ingresos Fue una buena idea teniendo en cuenta que, a día de hoy, el grupo Al Andalus ya cuenta con unos baños, con tetería y zona de comidas, en Granada y Córdoba. La apertura ahora de una nueva sede en Madrid, en una zona emblemática, supone una apuesta decidida por este negocio de los cien socios que forman parte de esta peculiar iniciativa, ya que ha necesitado una inversión de más de un millón de euros. «Lo financiamos entre los cien socios que somos y no resulta tanto dinero, pero a veces tenemos que recurrir a subvenciones». Acuerdos con entidades privadas y públicas suponen una cantidad importante de beneficios para esta asociación. «Los ingresos de Cimo se reinvierten en la lucha contra el paro, al igual que se hace con todo el dinero que se extrae de los los baños árabes, que se dedica a la lucha contra el paro en la provincia de Ourense, sin depender tanto de la Xunta ni de los poderes públicos», señala el director de Cimo.