«Prefiero perder con Cacharro»

La Voz

LEMOS

El alcalde de Carballedo se reafirma en su sintonía personal y política con el presidente de la Diputación

19 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Primeros pasos en la política municipal. «Me presenté a las elecciones municipales recién salido de la facultad de Farmacia de Santiago. Cuando me instalé en Carballedo, me pidieron que me presentase como independiente dentro de lo que después sería Coalición Galega. Poco después de ganar las elecciones municipales de 1983, solicité el alta en Alianza Popular cuando Coalición Galega decidió constituirse en partido. Fernando Pensado, el alcalde de Palas, y yo éramos, además de amigos desde la época de Santiago, los dos diputados provinciales que habían sido elegidos por el partido judicial de Chantada. Fue en aquella época cuando entré en contacto con Francisco Cacharro». Fidelidad personal. «Mi relación personal con Cacharro es la misma que antes. Yo he compartido con él toda mi trayectoria política y eso me ha dado la oportunidad de conocerlo bien. Por eso puedo decir con seguridad que prefiero perder con Cacharro que ganar con cualquier otro». Ayuntamiento incendiado. «He pasado por situaciones difíciles como alcalde. Probablemente la más dura fue la que terminó con el incendio del Ayuntamiento por parte de algunos vecinos del pueblo de Carballedo. Hubo problemas de violencia física de repercusiones enormes para todos los implicados, que afortunadamente para ellos, y también para todo el municipio, acabaron por solucionarse. Igual que toda la corporación de entonces, e igual que Cacharro y el propio Manuel Fraga, yo intercedí personalmente ante el entonces ministro Juan Alberto Belloch para que les fuese concedido el indulto a los que fueron juzgados por aquello y no llegasen a entrar en la cárcel. Llegué a hablar con él de este asunto en el pasillo del Senado, porque la entrada en prisión de los condenados era inminente, aunque la solicitud de indulto ya había comenzado a tramitarse. Todo aquello se arregó satisfactoriamente gracias a todos los que colaboramos y gracias sobre todo al pueblo de A Barrela, que aceptó que se indultase a gente que había venido a quemar el Ayuntamiento». Farmacia asediada. «Cuando me asenté en Carballedo después de estudiar la carrera, me hice cargo de la farmacia de Carballedo y la trasladé a la capitalidad municipal, en A Barrela. Hubo cierta oposición, hasta el punto que el día del traslado efectivo tuvo que venir la Guardia Civil, ante la concentración que se formó delante de la farmacia. Lo cierto es que todo en aquel traslado de la farmacia era perfectamente legal y que el gobernador civil Mateo Luaces, que por cierto también era farmacéutivo, me apoyó». Ambiciones políticas intactas. «De momento estoy pendiente de ver cómo se resuelve todo esto. Yo me considero absolutamente inocente, y creo que la justicia sabrá valorar correctamente lo ocurrido y será justa, así que mis ambiciones políticas, que las tengo, como cualquiera que esté en esto, siguen intactas».