Luis Lassaletta, otorrinolaringólogo: «Cualquiera que haya tenido la varicela puede tener el síndrome de Ramsay Hunt»

Lucía Cancela, Laura Miyara LA VOZ DE LA SALUD

ENFERMEDADES

El doctor Luis Lassaletta, presidente de la Comisión de Otología de la SEORL-CCC
El doctor Luis Lassaletta, presidente de la Comisión de Otología de la SEORL-CCC

La parálisis facial está causada por el virus herpes zóster, que permanece «acantonado» y se reactiva en una etapa de inmunodepresión

08 sep 2022 . Actualizado a las 19:00 h.

Justin Bieber anunció ayer la cancelación de su tour mundial Justice World por problemas de salud. El cantante sufre una recaída en el síndrome de Ramsay Hunt, una dolencia que le fue diagnosticada a principios de este año. Bieber asegura que está bien, «pero necesito tiempo para descansar y mejorar». Hablamos con el doctor Luis Lassaletta, presidente de la Comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), Jefe de Sección del Hospital Universitario La Paz, en Madrid, en el que también es coordinador de la Unidad de Parálisis Facial. Resume los síntomas más habituales de esta afectación y las claves para diagnosticarla. 

—Empezando por lo básico, ¿qué es el síndrome de Ramsay Hunt?

—Para centrar el tema, la parálisis facial, que es la falta de movilidad de un lado de la cara de forma aguda y que cursa de un día para otro, en la gran mayoría de los casos es una parálisis de Bell, de la cual no se sabe la causa exacta. Es idiopática, no conocemos por qué se produce aunque se atribuye a un tipo de virus. Después, dentro del abanico de parálisis faciales agudas, está la de Ramsay Hunt, que es la segunda más frecuente. Está causada por el virus del herpes zóster, el mismo de la varicela, y ocurre cuando este se reactiva y produce parálisis facial, dolor y vesículas en el oído. 

—¿El herpes zóster está detrás de todos los casos?

—Sí, en este caso sí. Hay que entender que casi todos hemos tenido una infección por herpes en algún momento de nuestra vida. Por ejemplo, el herpes simple es el más habitual y es el que produce vesículas en los labios conocidas por calenturas, después de pasar por un catarro. Con el zóster sucede algo similar. Lo tenemos acantonado en nuestro organismo, y en una situación inmunosupresora, se produce una reactivación que se manifiesta con la parálisis facial, dolor y vesículas en el pabellón auricular. 

El herpes zóster y su papel en el síndrome de Ramsay Hunt

«Este síndrome está producido por el herpes ótico, el herpes zóster, que es una reactivación de la varicela. Desde hace tiempo ya hay una vacuna eficaz para evitar la infección por varicela, pero, por desgracia, los que hemos sufrido varicela de pequeños, tenemos latente el virus de por vida, como casi todos los virus de la familia herpes», apunta José Antonio López Guerrero, profesor titular de microbiología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

«La varicela es el herpes humano 3. Cuando se reactiva, lo hace como zóster, se conoce en algunas zonas de España como la famosa culebrilla. Son unas erupciones cutáneas dolorosas que suelen aparecer en la zona lumbar y que puede ser simétrica en las dos direcciones desde la médula espinal donde el virus puede estar en latencia. También puede estar en otras zonas neuronales y, a veces, cuando el virus se reactiva y ataca el nervio facial cerca del oído, puede producir erupciones cutáneas, inflamación del oído, pérdida de audición en algunos casos. Luego, puede haber un problema de afectación facial. Los tratamientos con corticoides y con antiinflamatorios harán que la inflamación del nervio vaya remitiendo. Por desgracia, en algunos casos, la pérdida de audición o la parálisis facial puede ser larga o incluso permanente», describe el catedrático de la UAM.

«Lo normal es que la reactivación del herpes zóster se produzca en personas mayores de 60 años. El caso de Justin Bieber es una anomalía, puede haber otros problemas de comorbilidad que haga que él estuviera más sensible o vulnerable a esta reactivación, porque el herpes zóster se suele activar en personas que tienen otros procesos por los que les bajan las defensas. Normalmente, la aparición del herpes zóster es consecuencia de algo, no una causa, sino un efecto de otras patologías. Quizás está sumado a un proceso que a él le haya producido una inmunodeficiencia», explica López. 

—Entiendo que todo el mundo que ha tenido la varicela queda expuesto. 

—Así es, puede tenerlo. 

—Más allá de la tríada que comenta, ¿pueden darse otros síntomas?

—No, es la tríada. El dolor, por ejemplo, es bastante intenso. Es el típico de las infecciones por herpes, solo que en este caso se centra en el oído porque corresponde al territorio nervioso en el que se produce la infección por el virus. 

—Vemos el caso del cantante Justin Bieber que ha tenido que cancelar su gira, ¿es habitual que afecte a gente joven?

—No. Igual que la parálisis de Bell afecta por igual a toda la población, el síndrome de Ramsay Hunt es más típico de personas mayores porque es más fácil que tengan inmunodepresión. 

—Antes me comentaba que es el segundo más frecuente, ¿se puede considerar común o sigue siendo relativamente raro?

—Más o menos, por cada diez parálisis de Bell, vemos una o dos parálisis de Ramsay Hunt. En cualquier caso, no es una rareza. 

—¿Entra dentro de los pronósticos graves?

—La clave en las parálisis faciales agudas es la probabilidad de recuperación completa. Tener una durante un tiempo es una faena, pero es cuestión de asumirlo y cuidar el ojo, que es lo que realmente sufre con ello. El problema es que algunas veces quedan secuelas. Si lo comparamos con la parálisis de Bell, hay una diferencia en cuanto a la recuperación. En números, la de Bell se soluciona sin secuelas en el 80 % de los casos, mientras que el porcentaje de sin secuelas en el síndrome de Ramsay-Hunt es del 50 o 60 %. 

—¿De qué secuelas estamos hablando?

—Hay que diferenciar dos tipos. La parálisis facial consiste en que no funcionan los músculos de un lado de la cara. Imagínate, si se produce en el lado derecho, la boca se tuerce hacia la izquierda, porque tira más el otro lado, y el ojo derecho está más abierto. Por ello, una posible secuela es que quede menos fuerza en esa parte. Sin embargo, puede ocurrir una paradoja, y que el nervio tenga más función de lo normal debido a la lesión. Por ello, una forma de secuela es el espasmo. Con el mismo ejemplo, si la parálisis se produce en el lado derecho, inicialmente ese ojo estará más abierto, pero al final podrá quedarse más cerrado. El otro tipo de secuela es la sincinesia, la cual significa que las fibras, al crecer después de una lesión, se hacen un lio, se reparten de forma desigual y crean movimientos involuntarios a raíz de movimientos voluntarios. Si damos un beso, se nos cierra el ojo o si parpadeamos, se nos mueve la boca. En estos casos tenemos como una especie de exceso de función. 

—¿Cuánto tiempo se estima de recuperación?

—Todo depende del grado de lesión del nervio. Tanto en la parálisis de Bell, como en la de zóster, normalmente el daño máximo del nervio se produce muy rápido, y a lo mejor en un par de días uno tiene una parálisis completa, y se recupera del todo en tres semanas. Esto sería un caso favorable. En cambio, en los casos en los que hay una lesión más severa del nervio, la recuperación va a depender del tiempo que la cara permanezca totalmente paralizada. Es decir, si la tenemos en ese estado durante tres, cuatro o cinco meses, sabemos que la recuperación va a tardar y será peor. 

—¿Cuál es la línea de tratamiento? Se dice que en la parálisis de Bell no existe uno único. 

—Lo que ocurre en la parálisis de Bell es que si no damos tratamiento, en muchos casos, se va a producir una reactivación. Por eso se deben tratar con corticoides, normalmente, y a dosis altas. En la parálisis por zóster hay que dar corticoides y antivirales. Eso sí, lo más  importante es que estos se administren cuanto antes para minimizar al máximo la posibilidad de secuelas, y optimizar el cuidado del ojo. Con una afectación de este tipo se pasa mal, porque el paciente se mira al espejo y tiene la cara desfigurada o no se reconoce, pero al final, es un problema estético en su mayoría salvo por el ojo. Como se queda más abierto, y no funciona bien el lagrimeo, puede tener lesiones en la córnea o úlceras. Incluso a veces, se produce una pérdida de la agudeza visual. Por ello, en el tratamiento, lo fundamental es su cuidado. Debemos recomendar lágrimas artificiales, taparlo por la noche, y ponerle pomada mientras se tiene la parálisis. 

—¿La tríada de síntomas es simultánea? Lo pregunto, sobre todo, por la importancia de estar alerta para obtener el tratamiento cuanto antes. 

—Exacto. El problema aquí es que no ocurre a la vez. A veces, el dolor, la parálisis y las vesículas pueden aparecer de forma secuencial. Uno primero, y después el resto. Cuando la parálisis se acompaña de vesículas, no hay duda de que es Ramsay Hunt. La dificultad es que algunas veces llega alguien con una parálisis facial y con dolor, pero como la molestia es subjetiva, es complicado diferenciar los tipos de parálisis.