Milei logra el aval de las urnas a su plan

Cecilia Valdez
cecilia valdez BUENOS AIRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Javier Milei tras su victoria en las legislativas.
Javier Milei tras su victoria en las legislativas. Cristina Sille | REUTERS

El presidente argentino arrasó en los comicios del domingo frente al fantasma del kirchnerismo

28 oct 2025 . Actualizado a las 08:31 h.

El apabullante, y sorpresivo, triunfo de Javier Milei en las elecciones legislativas del domingo le permite relanzar su Gobierno con un plebiscito más que favorable. El ultraderechista se impuso incluso en la provincia de Buenos Aires —histórico bastión peronista—, y cosechó logros en distritos claves. Este espaldarazo del electorado le da los apoyos necesarios para avanzar con su agenda de reformas.

«Pasamos el punto bisagra, ahora empieza la construcción de la nueva Argentina», sostuvo un moderado Milei en su discurso de la victoria. La Libertad Avanza (LLA) fue la fuerza más votada a nivel nacional (40,7 %); la alianza peronista quedó segunda con el 31,7 %, Provincias Unidas —el partido que conformaron los exgobernadores aliados para estos comicios— tercera (7,5 %), y la izquierda cuarta (3,9 %). De esta manera, LLA pasó de 37 a 93 diputados y de 6 a 19 senadores.

Con estos resultados, a partir del 10 de diciembre LLA será la primera minoría en la Cámara de Diputados y, en alianza con el PRO —el partido del expresidente Mauricio Macri— y un sector de la Unión Cívica Radical, consolida el tercio necesario para asegurar el sostenimiento de los vetos presidenciales, y queda a 22 votos de aprobar leyes por mayoría simple. Mientras, el kirchnerismo será la segunda fuerza con 98 asientos y Provincias Unidas, tercera con 17.

En este contexto, a punto de cumplir dos años de gestión y después de perder muchas de sus iniciativas parlamentarias, Milei abandona su tono más beligerante y llama a establecer acuerdos con todos excepto con el peronismo. Ganar gobernabilidad parece ser una prioridad para esta nueva versión más medida del ultraderechista que, si bien sigue confrontando con el kirchnerismo, ya no trata de delincuentes y traidores a todos los legisladores.

Pero, aunque la sorpresa de los resultados fue mayúscula, sin duda lo más sorprendente fue lo ocurrido en la provincia de Buenos Aires, donde hace solo 50 días el gobernador peronista Axel Kicillof se había apuntado un más que contundente triunfo. El oficialismo también arrasó en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Mendoza, y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, a la cabeza.

Las rotundas victorias de Bullrich en CABA (50,4 %), de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires (41,5 %) y del ministro de Defensa, Luis Petri, en Mendoza (53,7 %), todos provenientes del PRO, también hablan del fuerte peso del macrismo en el oficialismo. Si bien lo de Santilli es más modesto en términos porcentuales, representa una doble victoria si se tiene en cuenta que se da en un territorio históricamente peronista y que, aunque le ganó por un punto al peronismo, en septiembre LLA había perdido por 14.

Temor al peronismo

Más allá de que el ajuste, la motosierra y los malos datos de la economía podían hacer prever un mal resultado para el Gobierno, el fantasma del populismo pudo más. Muchos especulan con que el triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre y el «riesgo Kuka» —el miedo al regreso del kirchnerismo— que agitaron tanto el Ejecutivo argentino como el de Estados Unidos finalmente determinaron el voto de muchos y le valieron este gran resultado a la ultraderecha.

Por otro lado, las declaraciones de Donald Trump —que condicionó el apoyo de su país a una victoria del oficialismo— y las medidas adoptadas por el Tesoro de EE.UU. —que permitieron que el dólar no disparara su valor en relación al peso argentino—, también surtieron efecto. Lo que en buena medida también fue subestimado por muchos analistas es que para la población argentina es hoy más importante sostener una baja inflación que cualquier otra cosa, incluso a costa de bajos ingresos y una caída del consumo.

Sin duda, la otra gran ganadora de la jornada fue Karina Milei, la hermana del presidente, quien insistió durante meses en dar la batalla a nivel nacional. Tanto Karina como varios otros altos cargos de primera línea vienen siendo salpicados por denuncias de corrupción que no parecen haber hecho mella en su electorado, ante la mayor amenaza de volver atrás que representa el peronismo.

El otro dato contundente de estas elecciones es la escasa participación (67,85 %), la más baja desde el retorno a la democracia en 1983. Es decir, si bien LLA logró el voto del 26,6 % del total del padrón electoral, un 32 % no fue a votar, lo que habla de un profundo desencanto con la clase política en general.