Sánchez se reúne con Edmundo González en medio de una creciente crisis con el chavismo

Paula de las Heras / M. A. Alfonso MADRID / COLPISA

INTERNACIONAL

Imagen distribuida por la Moncloa del encuentro entre Pedro Sánchez y Edmundo González
Imagen distribuida por la Moncloa del encuentro entre Pedro Sánchez y Edmundo González POOL MONCLOA / FERNANDO CALVO | EUROPA PRESS

Los socialistas culpan al PP y a su empeño en ratificar la victoria del opositor

13 sep 2024 . Actualizado a las 11:41 h.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido este jueves en la Moncloa a Edmundo González y la hija de este, que presenció el debate en el Congreso este martes, en una cita discreta cuya hora no ha sido anticipada y de la que los medios han tenido conocimiento a través de unas imágenes distribuidas a través de la cuenta oficial del jefe del Ejecutivo español.

En su mensaje en X, Sánchez da una «cálida bienvenida» al candidato opositor venezolano al que ha mostrado «el compromiso humanitario y la solidaridad de España» con la ciudadanía de su país. «España sigue trabajando en favor de la democracia, el diálogo y los derechos fundamentales del pueblo hermano de Venezuela», ha constatado el presidente, en su breve declaración y sin que haya mediado comparecencia formal ante los periodistas.

Una reserva significativa teniendo en cuenta que González, forzado por el régimen de Maduro ha ocultarse primero y pedir asilo después, permanecía fuera de los focos desde que aterrizó el domingo en Torrejón de Ardoz en un avión de la Fuerza Aérea española; que el Congreso quebró ayer la mayoría del Gobierno para instarle, en una iniciativa del PP secundada por el PNV, a que reconozca al candidato disidente como el presidente legítimo de Venezuela; y que el presidente del Parlamento del país, alineado con el chavismo, ha pedido a los diputados que urjan a Maduro a romper relaciones diplomáticas y comerciales con España tras el pronunciamiento de la Cámara Baja.

 Críticas desde el Gobierno

Paralelamente, el Gobierno ha salido en tromba a cargar contra el PP este jueves por la reacción que ha provocado en Venezuela la iniciativa parlamentaria que triunfó este miércoles en el Congreso. La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha asegurado que el «interés» del Gobierno «va a ser siempre trabajar para mantener las mejores relaciones con el pueblo venezolano no como otros que se sirven del pueblo venezolano y de los venezolanos para atacar al Gobierno de España».

Más contundente se ha mostrado el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, para quien la amenaza de Rodríguez, uno de los hombres fuertes del chavismo, «es la demostración de que la política del Partido Popular, de que todo vale para atacar al Gobierno tiene consecuencias».

«En este caso creyendo que atacaba al Gobierno progresista lo que ha hecho ha sido atacar a todas las empresas que tienen relaciones comerciales, que tienen negocios en Venezuela y eso sí que es preocupante», ha lamentado, denunciando la «política de tierra quemada» de los populares que «tiene consecuencias y no son buenas para este país».

Así las cosas, López ha asegurado que no están preocupados con el resultado de la votación de este miércoles en el Congreso. «Hemos perdido una votación que ya sabíamos que no íbamos a sacar adelante por la posición histórica del PNV», ha señalado, esgrimiendo que «de ahí no se puede sacar ninguna consecuencia más que este gobierno sigue aprobando los proyectos».

De momento, la Embajada española en Caracas sigue trabajando «con normalidad», aseguró la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant. «No como el PP, que quiere usar la angustia de los venezolanos en contra del Gobierno de España», añadió. Sus palabras encontraron eco en las del coordinador general de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, que consideró que la petición del Congreso solo sirve para «incendiar». Por otro lado, el portavoz del PNV Aitor Esteban cerró filas con el Gobierno pese a haber respaldado la moción de los populares: «Mientras cumpla con lo acordado, ahí estaremos».

El PP definió la amenaza chavista como «los estertores de un régimen que agoniza» y no dio ningún paso atrás. Empezó recriminando a Sánchez que desaprovechase la oportunidad de reconocer a González como presidente de Venezuela durante su visita a la Moncloa. Acto seguido, registró en el Senado una moción casi idéntica a la aprobada el miércoles en el Congreso para ratificar la victoria del opositor, pero con un añadido: insta al Gobierno a pedirle al Tribunal Penal Internacional (TPI) que dicte una orden de arresto contra Maduro y otros sospechosos de haber perpetrado crímenes de lesa humanidad en Venezuela. Al mismo tiempo, Alberto Núñez Feijoo ampliaba las miras y se proponía llevar la batalla política a la Eurocámara.

Nuevas sanciones de EE.UU.

El Gobierno venezolano no solo cargó contra Madrid, sino también contra Washington, después de que aprobase nuevas sanciones contra 16 funcionarios del Tribunal Supremo de Justicia, del Consejo Nacional Electoral y del Parlamento por proclamar «falsamente» a Maduro como ganador de las elecciones de julio. Es «un nuevo crimen de agresión», aseveró la revolución bolivariana.