Elisabeth Borne vuelve a exponerse a una moción de censura a golpe de decretazo

Asunción Serena PARÍS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

Elisabeth Borne, el martes ante la Asamblea Nacional de Francia.
Elisabeth Borne, el martes ante la Asamblea Nacional de Francia. Europa Press / Contacto / Alexis Sci | EUROPAPRESS

La primera ministra francesa intenta de nuevo aprobar una ley sin la Asamblea

29 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis meses después de someterse a una moción de censura tras aprobar la reforma de las pensiones, Borne ha vuelto a evocar el artículo 49.3 para aprobar el proyecto de ley de programación de finanzas públicas para los años del 2023 al 2027.

«Necesitamos esta ley de programación para nuestras finanzas públicas. No podemos permitirnos correr el menor riesgo», justificó la primera ministra poco antes de la medianoche del pasado miércoles.

Es la decimosegunda vez que, ante la falta de mayoría absoluta, Elisabeth Borne se ve obligada a recurrir al 49.3.

La alianza de partidos de la izquierda, la Nupes, no ha tardado en presentar una moción de censura que, al igual que en las ocasiones anteriores, tiene pocas posibilidades de salir adelante.

Como ha comentado Mathilde Panot, presidenta de La Francia Insumisa, «la primera ministra abre la temporada de los 49.3 autoritarios y la Nupes abre por su parte la temporada de la censura popular depositando una moción suplementaria». La líder de la extrema izquierda ha justificado esta nueva censura porque, según ella, la ley de orientación que quiere aprobar el Gobierno «es la peor que se haya hecho nunca, con 70.000 millones de recortes a costa de los franceses de aquí al 2027».

Hoja de ruta

El Gobierno, por su parte, considera esencial aprobar esta ley que servirá de hoja de ruta durante el período 2023-2027, para poder hacer frente a su compromiso frente a Bruselas de reducir el déficit por debajo del 3 % y obtener 19.000 millones de euros en créditos. Según el ministro de Economía, Bruno Le Maire, de este texto depende la soberanía de Francia y su credibilidad internacional.

Y están convencidos de que los diputados del partido conservador Los Republicanos no votarán una censura al Gobierno sobre leyes que regulan los aspectos financieros.

Por su parte, el grupo independiente Liot, que promovió una de las mociones por la reforma de las pensiones, considera que «es necesario que el Gobierno comprenda que no puede gestionar Francia a base de 49.3», según ha declarado su presidente, Bertrand Pancher.

Solo la Reagrupación Nacional había dejado abierta la posibilidad de abstenerse, ya lo hizo en cuando el texto fue aprobado en la comisión de Finanzas, pero Elisabeth Borne no ha querido verse en la situación de aprobar una ley gracias al apoyo de la extrema derecha.

La Asamblea entra en una fase en la que estudiará una serie de textos presupuestarios y el Gobierno es consciente de que la oposición no tiene intención de apoyarlos. «No se lo reprocho», ha indicado el ministro de Cuentas Públicas, Thomas Cazenave, «pero necesitamos un presupuesto para el país», para el 2024. Dicho presupuesto será debatido en octubre y ya advierten de que será probablemente adoptado tras recurrir una decena de veces al 49.3.