Venezuela, cada vez más incomunicada

Pedro García Otero CARACAS

INTERNACIONAL

El Gobierno cierra emisoras de radio por falta de documentación que él mismo impide obtener. Cientos de trabajadores son despedidos cada año

06 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Setenta ciudades venezolanas son hoy en día «desiertos informativos», después de la desaparición de prácticamente todos los medios independientes (prensa y radio) que hacían vida en ellos, y sin presencia de televisión en abierto porque no llega la cobertura de las antenas de los canales.

Solo el año pasado, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) cerró 108 emisoras, según el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela. Esta oenegé, que monitoriza el panorama mediático del país sudamericano, revela un dato estremecedor en el informe Un anárquico paisaje sonoro, publicado este año: De las casi 600 emisoras de radio privadas que sobreviven en Venezuela, aproximadamente la mitad (48 %) tiene menos de diez empleados, lo que imposibilita que transmitan algo más que música.

En un país incomunicado, la información local es escasa, y miles de trabajadores han perdido sus empleos tras una llamada de Conatel, que cierra las emisoras por falta de documentación que ella misma impide obtener.

Una periodista lde Valencia (a 150 kilómetros de Caracas, la capital) que prefirió el anonimato, lo contó en estos términos: «Yo tenía un trabajo que realicé durante 30 años y lo perdí en un día. Ahora estoy buscando qué hacer, y en principio me voy a Colombia (allí vive su hija). He perdido mi medio de vida», sentencia.

La conectividad a internet no garantiza alternativas. Existe una enorme «brecha digital» entre quienes tienen Internet (57 % de la población, mayoritariamente ubicada en las grandes ciudades) y la «otra mitad».

Mención aparte merece la calidad del servicio. El informe Global Speedtest, correspondiente al 2022, ubica a Venezuela como el segundo país con peor Internet de Latinoamérica, 4,47 Mbps de velocidad promedio (solo por encima de Cuba). Los frecuentes apagones limitan aún más el servicio.

María Fernanda Madriz, investigadora del Instituto de Investigaciones de la Comunicación (Ininco) de la Universidad Central de Venezuela, señala que la falta de medios ha provocado también un cambio en los patrones de consumo de los radioyentes, aunque la radio sigue teniendo fuerza en el país: «Si al poder no le molestara, el año pasado no habrían cerrado cien emisoras», afirma.

La extrema dureza de la vida en Venezuela ha hecho, señala la investigadora, que los usuarios busquen información como la entrega de los «bonos» por parte del Estado, y hayan dejado de estar pendientes de los asuntos públicos, cuando, el año que viene, se producirán unas vitales elecciones presidenciales con las que la comunidad internacional espera se resuelva la prolongada crisis política del país.

El informe de IPYS, sin embargo, deja pocas esperanzas de que esto suceda: la comunicación política en Venezuela, a través de la radio (el medio, sin duda, de mayor alcance) prácticamente ha desaparecido. De las aproximadamente 261 emisoras que respondieron a la encuesta del instituto, menos de la mitad ofrecen información electoral o de cualquier tipo, alegando preocupaciones por la censura. De hecho, más de la mitad de las emisoras consultadas no respondieron la encuesta; la mayoría alegaron temor a las represalias de Conatel.

Tras el cierre de emisoras durante el último año, Carlos Correa, director de Espacio Público, otra oenegé que monotoriza medios de comunicación, señaló a Efe que la medida, que sigue a la supuesta falta de permisos para operar, proviene de «un desorden en la organización del espectro radioeléctrico (...) deliberado porque ha habido tiempo para organizarlo», y que el recrudecimiento de los cierres puede obedecer a «un reacomodo de la estructura de propiedad de las emisoras de radio (...) para favorecer a otros actores dentro del chavismo».

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