Durante la audiencia, que por momentos fue tensa entre el juez y la defensa de Saab, el juez ordenó que la prensa y el público abandonaran la sala momentáneamente mientras se discutía la divulgación de los documentos hasta ahora sellados.
Saab estuvo presente en la audiencia celebrada solo de forma presencial con un traje de preso color beis, el pelo largo recogido y con audífonos para escuchar la traducción.
Las partes subrayaron que la programación de una fecha «realista» tanto del juicio como de una nueva audiencia de estatus, que finalmente fue fijada para el 10 de junio, dependen de la resolución de la apelación sobre la inmunidad diplomática que Saab presentó el año pasado en Georgia.
El juez Scola dijo que teniendo en cuenta que solo hasta el 4 de abril ese tribunal de Georgia tiene programada una audiencia, el tema va a alargarse.
En la apelación, la defensa de Saab solicitó desestimar la acusación argumentando que su cliente tiene inmunidad diplomática, y señala además que es ese tribunal es el que deberá decidir sobre el asunto antes de que prosiga el proceso en Miami.
Según la defensa, «Saab argumentó que el tribunal debería abordar la cuestión de la inmunidad, reivindicar esa inmunidad y la indiscutible inviolabilidad de Saab frente al arresto y desestimar directamente la acusación».
Agrega que «tratar a Saab como un fugitivo equivaldría a negar su inmunidad».
Saab fue extraditado a EE.UU. en octubre desde Cabo Verde, donde fue detenido a raíz de una orden de captura internacional pedida por la Justicia estadounidense.
El empresario enfrenta un cargo de conspiración para cometer lavado de dinero en un tribunal de Miami, del que se declaró «no culpable» el pasado 15 de noviembre ante la jueza Alicia M. Otazo-Reyes.