Pero la desaceleración de la mayoría de las principales economías y el aumento de la inflación en todo el mundo indican que las condiciones globales pueden ser menos positivas en los próximos meses. La Reserva Federal de Estados Unidos ha señalado que subirá las tasas de interés en el 2022 y el Banco Central Europeo también endurecerá su política monetaria. China, un mercado importante para América Latina, enfrenta dificultades causadas por los problemas de deuda de su sector de la construcción y algunas grandes empresas. Y los precios de las materias primas, incluido el petróleo, parecen haber alcanzado su punto máximo, aunque siguen siendo altos.
Además, el espacio fiscal de los Gobiernos latinoamericanos seguirá estando limitado por los altos niveles de la deuda. Y los bancos centrales de la región están aumentando las tasas de interés desde sus mínimos históricos para responder a los aumentos de la inflación.