Erdogan da un ultimátum a Al Asad para que sus tropas se alejen de los puestos militares turcos en Idlib

Mikel Ayestaran JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

Una milicia huye de la ofensia siria sobre Sarmin
Una milicia huye de la ofensia siria sobre Sarmin Anas Alkharboutl i| Europa Press

Las fuerzas leales al líder sirio reanudan su ofensiva contra esta provincia gobernada por el brazo local de Al Qaida

06 feb 2020 . Actualizado a las 18:46 h.

Tres semanas, ese es el plazo que ofreció Recep Tayyip Erdogan a Bachar al Asad para retirar sus tropas más allá de los dos puestos de observación del Ejército turco que han quedado semi cercados en la provincia siria de Idlib. «Si el régimen no se retira, Turquía se verá obligada a tomar cartas en el asunto», advirtió Erdogan, antes de añadir que las «fuerzas aéreas y terrestres turcas se moverán libremente en todas las zonas de operaciones en Idlib, y llevarán a cabo operaciones si es necesario».

Un aviso para las fuerzas leales a Al Asad, que el miércoles han reanudado su ofensiva contra esta provincia gobernada por el brazo sirio de Al Qaida y donde Turquía cuenta con doce puestos militares de observación y varios grupos islamistas aliados.

El lunes ocho turcos, cinco de ellos militares, murieron en un bombardeo del Ejército sirio y esto supuso «un punto de inflexión» en el conflicto, según Erdogan, porque «no dejaremos que las cosas sigan como antes donde corrió la sangre de los militares turcos». El presidente comunicó el ultimátum a Vladimir Putin en una conversación telefónica.Hasta 2011 Assad y Erdogan eran unos vecinos que mantenían relaciones cordiales pero tras el estallido de la guerra el presidente sirio se convirtió en un «tirano sanguinario» para el líder islamista, que abrió su frontera para la entrada de combatientes llegados de todo el mundo para hacer la guerra santa contra Assad. Turquía se convirtió también en zona de refugio para 3,5 millones de civiles sirios que escaparon de los combates. Dos de los puestos de observación turcos, Morek y Surman, al sudeste de la ciudad de Idlib, están semi cercados por las fuerzas de Damasco, que avanzan con el apoyo de Rusia. Este avance se tradujo en las últimas horas en la captura de más de veinte localidades y el gran objetivo es Saraqeb, punto estratégico para las comunicaciones dentro de la provincia.

La respuesta siria al ultimátum llegó a través de una fuente oficial no identificada del ministerio de Exteriores sirio, que denunció a través de la agencia oficial Sana que «las declaraciones del líder del régimen turco reafirma que miente, engaña y falta el respeto a cualquier compromiso o acuerdo, tanto el acuerdo de Astaná como el de Sochi y el de Adana». Una segunda fuente, esta vez de la comandancia general de las Fuerzas Armadas, reveló a Sana que el Ejército está «listo para responder de inmediato a cualquier agresión».

Un éxodo de 600.000 civiles

La otra cara de la ofensiva es el desplazamiento masivo de civiles que huyen de los bombardeos. Ya son casi 600.000 las personas que se han visto forzadas a dejar su hogar en los últimos dos meses, según la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) para Siria. «La gran mayoría, más del 80 %, son mujeres y niños y la situación continúa deteriorándose», señaló el organismo internacional.

La amenaza del Estado Islámico

En medio del aumento de tensión entre Damasco y Ankara, fuentes del departamento de Defensa de Estados Unidos alertaron de que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) «se mantuvo cohesionado, con una estructura intacta de comando y control, redes clandestinas urbanas y una presencia insurgente en gran parte de las zonas rurales Siria». Todo un aviso para quienes pensaban que el grupo estaba derrotado tras la pérdida total del califato.