El último triunfo de Salvini evidencia la división en el Gobierno de Conte

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Salvini, con la candidata de la coalición derechista en Umbria, donatella Tesei
Salvini, con la candidata de la coalición derechista en Umbria, donatella Tesei MATTEO CROCCHIONI | EFE

El objetivo final del líder de la Liga es volver a conquistar el Ejecutivo de Roma

30 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Ante la contundente derrota en las elecciones regionales de Umbria donde la derecha superó en 10 puntos a la coalición entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y el Partido Democrático (PD), el Gobierno de Giuseppe Conte trata de seguir adelante con su programa. Para el presidente del Gobierno el voto de poco más de 700.000 personas «no es indicativo» del sentir de los italianos hacia un Gobierno de tan solo dos meses. Pero la realidad con la que se enfrenta es otra, ya que el acuerdo de Gobierno entre los de Luigi Di Maio y el centro izquierda se está resintiendo por las diferencias entre ellos.

En las próximas citas electorales del 2020 están en juego regiones como Emilia-Romaña y Toscana, consideradas como «rojas», pero que podrían pasar a la derecha. Tras la victoria en Umbria, así lo aseguró un eufórico Salvini, cuyo objetivo final es Roma: «Volveremos al Gobierno nacional». Su alianza con Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, y Silvio Berlusconi, de Forza Italia, funciona y los últimos resultados lo consolidan como líder mientras el Cavaliere pasa a ser una simple comparsa y la ultraderecha de Meloni aumenta sus votos a rebufo de la Liga.

Grietas en la coalición

Ante una derecha compacta y segura de sus intenciones, en el Gobierno de coalición las grietas son evidentes. Mientras para el líder del PD, Nicola Zingaretti, es importante poner un freno a la imparable escalada de la Liga de Salvini, Di Maio tiene muchas dudas sobre un futuro electoral en común y Matteo Renzi, apenas escindido del PD para formar su propio partido, no desaprovecha ninguna ocasión para criticar a unos y otros. «Acuerdo equivocado», dijo tras la derrota.

Para Zingaretti, «la coalición debe cambiar de paso, pelearse menos y producir más. El país lo necesita para ser reconocidos como una alternativa creíble a la derecha», dijo el líder del PD. «No quiero ir al voto y haré lo posible para sacar adelante este Gobierno», añadió.

Desde las elecciones europeas de mayo donde cosechó malos resultados, el liderazgo de Di Maio dentro del M5E está en crisis. Un cada vez mayor sector es muy crítico con lo hecho hasta ahora por el Gobierno, que ven insuficiente. Pensando en las futuras citas electorales y tras la experiencia fallida del acuerdo electoral con el PD, Di Maio aseguró: «Tenemos que correr solos», una afirmación que más tarde sería desmentida por Beppe Grillo, que desde la crisis de agosto apoya la coalición con el centro izquierda.

En los próximos días el Gobierno de Conte se tiene que concentrar en sacar adelante unos presupuestos para el 2020 que sean coherentes y que Europa acepte sin muchos peros. El objetivo es bajar impuestos e intentar animar una economía que apenas crece (0,1 % en el último trimestre) en un país envejecido y en el que las campañas populistas de la ultraderecha contra la inmigración están dejando huella.