Ernesto Pascual: «Sería un suicidio mandar a la población de Venezuela a una guerra civil»

Pablo medina. R. P. REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Pascual opina que el escaso apoyo militar hizo fracasar el alzamiento
Pascual opina que el escaso apoyo militar hizo fracasar el alzamiento

El analista y profesor de Estudios de Ciencias Políticas de la Universitat Oberta de Catalunya afirma que «la solución pacífica sería la deseable» con un diálogo que lleve a elecciones

01 may 2019 . Actualizado a las 21:23 h.

Ernesto Pascual, profesor de Estudios de Ciencias Políticas de la Universitat Oberta de Catalunya, analiza las claves del pulso entre la oposición liderada por Juan Guaidó contra el régimen de Nicolás Maduro y dibuja los posibles escenarios para desbloquear la situación. «La solución pacífica sería lo deseable», insiste.

-Parece que el intento de derribar a Nicolás Maduro ha fracasado otra vez.

-Lo que estamos viendo hasta ahora es que hay una parte pequeña de las Fuerzas Armadas que apoya a Juan Guaidó. Hugo Chávez fue respaldado por 2.000 militares en su fallido golpe de estado de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez. En principio solo un centenar estaban el martes con Guaidó y Leopoldo. Con esa cifra, las posibilidades de que prosperara, salvo que contará con una intervención extranjera para fomentar la participación en ese golpe, era complicada.

«Con solo el apoyo de un centenar de militares es complicado que prosperara el golpe»

-Hay quienes han catalogado la insurrección como un golpe de Estado y otros que consideran que es un alzamiento. ¿Cómo lo ve usted?

-Es una complicada respuesta. La Unión Europea, Estados Unidos y otros países han reconocido a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. No es a través de elecciones, sino de un artículo de la Constitución. Y este presidente legítimo ha decidido indultar a todos aquellos que habían sido condenados por el chavismo. Entre ellos, a Leopoldo López. A partir de aquí, Guaidó dice que es tanto un alzamiento como un golpe de Estado, que en este caso es lo mismo. Se ha reconocido una legalidad para quedar bien en el orden internacional, pero no existe. El poder sigue estando en manos de Maduro y los militares. Mientras se mantengan, la estructura diplomática sigue estando en manos del Gobierno de Venezuela, y por lo tanto, en este momento podríamos decir que es un golpe de Estado.

-¿Estamos a las puertas de una guerra civil o hay posibilidades de un acuerdo pacífico como demanda buena parte de la comunidad internacional, empezando por la UE?

-No solo la Unión Europea fue uno de los principales actores que, desde el principio, dijeron que había que andar con cautela. Varios países se han mantenido neutrales en todo este tema, como han sido México o Uruguay, proponiendo una salida negociada en la cual ambas partes pudieran hablar. La finalidad era que acordasen convocar unas elecciones con todos los requerimientos democráticos y vigiladas por observadores internacionales. En cuanto al escenario de la guerra civil, ya se habló de ello al principio del reconocimiento de Guaidó como presidente interino por parte de algunos países. La venezolana no es una sociedad armada como tal. Los que están armados son los que se dedican a la delincuencia. Solo hay una parte que está armada, que es la chavista. Sería un suicidio enviar a la población a una guerra civil cuando alguien tiene posibilidades militares, formación y armas y otros son combatientes novatos. Creo que si Guaidó no tiene un respaldo real detrás de este movimiento, puede cometer un grave error hacia su población.

«Dudo que Estados Unidos pueda desembarcar directamente en Venezuela»

-¿Considera factible una intervención militar de Estados Unidos, como amenaza el círculo más próximo a Trump?

-Directa, lo veo muy complicado. Una cosa es la involución que ha habido en todo el cono americano con el cambio de la izquierda a la derecha, las victorias electorales de la derecha y concretamente la de Jair Bolsonaro en Brasil que ha producido un giro que está imponiendo a toda la política exterior iberoamericana. Pero salvo que prestasen tropas a Colombia o llevasen a cabo una intervención intermedia, dudo que Estados Unidos pueda desembarcar directamente en Venezuela repitiendo escenarios como los de los años setenta y ochenta en América Latina.