«Corazón en vez de persecución»

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

ALEXANDER BECHER | EFE

Miles de personas se movilizan para intentar aplacar la avalancha de odio xenófobo desatada por ultraderechistas y neonazis en el este de Alemania

01 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Por mucho que le pese a las autoridades, Chemnitz forma parte de Alemania. Sin embargo, la primera potencia europea no se identifica tan solo con la ola de protestas xenófobas que tienen lugar desde hace casi una semana en esa ciudad del este, tras la muerte de un alemán de origen cubano que fue presuntamente apuñalado por inmigrantes durante una pelea. No solo la ultraderecha se está haciendo fuerte, después de haber capitalizado el suceso para iniciar una auténtica «caza de extranjeros». También la otra parte de la sociedad, aquella que recibía a los refugiados con los brazos abiertos en 2015 y sigue empeñada en demostrar que en su país aún hay lugar para personas de todo el mundo.

Con ese objetivo se reunieron ayer en la capital alemana unos mil manifestantes antifascistas, y el día anterior hasta 5.000. Aunque el mayor pulso está previsto para hoy en Chemnitz, donde más de 70 asociaciones han instado a salir a la calle para protestar contra la xenofobia bajo el lema «Corazón en vez de persecución». Lo harán a la misma hora que las dos caras más visibles de la extrema derecha, la formación ultra AfD y el movimiento islamófobo Pegida, que han convocado una marcha silenciosa por la muerte de Daniel. «Queremos mostrar que existe otro Chemnitz», explicó Susanne Schaper, diputada de La Izquierda, uno de los partidos que han organizado la movilización contra el racismo, en una jornada que se presenta como una prueba de fuego para la policía.

Las llamadas de la clase política parecen haber surtido efecto. «Debemos detener a los extremistas que avanzan en medio de la población. Esto requiere de todos, por supuesto el Estado y el poder judicial, pero necesitamos ante todo a la sociedad civil», declaró al canal público ZDF el jefe de Gobierno de Sajonia. El cristianodemócrata Michael Kretschmer anunció además una iniciativa para abordar el descontento de la ciudadanía en esa y otras regiones de la extinta RDA, donde se consideran discriminados por una reunificación incompleta que sufren en forma de más desempleo y menores salarios que en el oeste.

La primera representante del Ejecutivo de Angela Merkel en acercarse hasta Chemnitz fue la ministra de Familia, Franziska Giffey, quien lo hacía ayer para depositar un ramo de flores en el lugar del apuñalamiento, convertido en una suerte de altar improvisado. De momento, la justicia ha dictado una orden de detención contra un sirio de 23 años y un iraquí de 22, que según varios medios, había entregado dos documentos de identidad falsos y podía haber sido deportado en mayo de 2016 a Bulgaria, donde se registró al entrar en Europa. Entretanto, un diputado regional de AfD se ha ofrecido a contratar al funcionario de la justicia sajona suspendido por haber difundido en Internet la orden de detención.

Mientras la cúpula del partido sigue justificando las protestas xenófobas, que un 76 % de los alemanes consideran un peligro para la democracia de acuerdo con la encuesta que publica mensualmente ZDF, una carta abierta contra la extrema derecha publicada en Internet ha sumado ya 270.000 apoyos. «Este no es vuestro país. Estas no son vuestras calles. Aquí no se hace el saludo de Hitler y no se persigue a nadie por su apariencia o por su procedencia», reza la misiva.