Petry fracasa en el intento de moderar a los ultras alemanes

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

INA FASSBENDER | AFP

Los radicales del AfD abortan su intento de entrar en coaliciones

23 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La copresidenta de la ultraderechista y xenófoba Alternativa para Alemania (AfD), Frauke Petry, recibió un varapalo de sus correligionarios durante el congreso de la formación, que arrancó ayer en la ciudad de Colonia entre protestas multitudinarias, un gran despliegue de seguridad y rencillas internas. «El partido ha cometido un error», aseguraba el rostro más mediático de AfD, después de que los casi 600 delegados rechazaran por mayoría su propuesta de dar un nuevo rumbo a la formación: un giro basado en la realpolitik que le permita formar parte de futuras coaliciones de gobierno hasta 2021.

Petry, que representa al ala más moderada de AfD, anunció el miércoles que no se presentará como candidata a las elecciones generales del 24 de septiembre ni sola, como quería en principio, ni como miembro de ningún equipo. Un órdago que tenía como objetivo recabar apoyos hacia su propuesta, además de presionar al ala más radical, que insiste en mantener a la formación en la bancada opositora y lleva meses torpedeando la candidatura de la doctora en Química de 41 años, para promover un liderazgo en grupo que parece cada vez más probable.

«Mientras el partido no quiera decidir qué rumbo seguir, la contienda debe correr a cargo de aquellos que compartan esa idea», insistía Petry, consciente de que está perdiendo el pulso con el vicepresidente Alexander Gauland y el diputado de los ultras en Turingia, Björn Höcke, quien pese a haber generado un gran escándalo al criticar hace unos meses la cultura de la memoria del holocausto judío, no será expulsado de AfD.

«Primero pasean sus consignas derechistas; después sacan el cuchillo», advertía ante miles de manifestantes desde la plaza vecina al hotel donde se reunían los diputados xenófobos la alcaldesa de Colonia. Con estas palabras, Henriette Reker, se refería al ataque que ella misma sufrió en 2015, cuando un ultra le propinó varias cuchilladas por defender el asilo de refugiados.

Bajo el lema «Solidaridad en lugar de difamación», las marchas antifascistas congregaron a unas 10.000 personas, incluidas la jefa del gobierno de Renania del Norte-Westfalia, Hannelore Kraft, y el líder de los Verdes, Cem Özdemir. La jornada transcurrió de forma pacífica, salvo algún incidente aislado protagonizado por grupos de la izquierda radical que trataban de bloquear el acceso de los delegados de AfD.