El presunto cerebro del atentado en el metro San Petersburgo se retracta de su confesión

La Voz

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MAXIM SHIPENKOV | EFE

Abror Azímov reconoce que participó, aunque «no directamente» ya que «no era consciente de que era cómplice de una acción terrorista»

18 abr 2017 . Actualizado a las 16:42 h.

Uno de los presuntos organizadores del atentado del pasado 3 de abril en el metro de San Petersburgo, en el que murieron 14 personas, se retractó ante el juez de su anunciada confesión de culpabilidad. «No estoy en contra de mi arresto, pero yo nunca dije que participara en la explosión. Participé, pero no directamente», dijo Abror Azímov, detenido el lunes en la región de Moscú como sospechoso de organizar el atentado suicida, según medios locales.

Durante la vista en el tribunal Basmánni de Moscú Azímov agregó: «Me dieron órdenes. No era consciente de que era cómplice de una acción terrorista».

El sospechoso, ciudadano ruso, aunque oriundo de Asia Central, no desveló la identidad de la persona que le dio la presunta orden.

Antes de la vista su abogado, Armén Zadoyán, dijo a la prensa que su cliente, que es acusado de terrorismo y tenencia ilegal de armas, reconocía su culpa «en su totalidad».

En la misma línea, el representante de la Fiscalía rusa aseguró que Azímov confesó durante el interrogatorio haber participado en los preparativos de la explosión en el metro de San Petersburgo.

El juez ordenó que el presunto organizador del atentado permanezca en custodia hasta el próximo 3 de junio aduciendo que, además de que un testigo declaró contra él, su culpabilidad fue confirmada por los resultados de los registros realizados.

Y recordó que el terrorista suicida, Akbarzhon Dzhalílov, contactó por teléfono móvil con «los posibles organizadores y participantes en el crimen, incluido Azímov».

Según el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Azímov habría entrenado a Dzhalílov, nacido en Kirguizistán pero también ciudadano ruso desde el 2011.

Azímov, que portaba una pistola cargada y un teléfono móvil cuando fue apresado por las fuerzas de seguridad, fue trasladado este lunes a la sede del Comité de Instrucción de Rusia para su interrogatorio.

Las autoridades han detenido en las últimas dos semanas a varios ciudadanos procedentes de países de Asia Central, en su mayoría en San Petersburgo, como sospechosos de colaborar con el grupo Estado Islámico (EI) y otras organizaciones terroristas.

Según la prensa, varios allegados de Dzhalílov combatieron en Siria en el bando yihadista, pero las autoridades rusas aún no han confirmado que sea el EI quien esté detrás del atentado suicida.

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha admitido que la situación en la lucha contra el terrorismo no ha mejorado, aduciendo que la mejor constatación es el atentado contra el metro de su ciudad natal.

Rusia no sufría un atentado de esa magnitud en su territorio desde diciembre del 2013, cuando dos suicidas mataron a 34 personas en una estación de tren y un trolebús en Volgogrado, antigua Stalingrado.