El incendio que quemó a las menores fue provocado por las propias internas para denunciar palizas y agresiones sexuales
10 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tragedia e indignación en Guatemala. Al menos 33 niñas y adolescentes han perdido la vida en el incendio de un refugio para menores. Muchas sombras rodean una tragedia que ha puesto en el centro de la polémica a buena parte de la jerarquía guatemalteca por su dejadez.
De las pocas certezas del caso es que el fuego comenzó, según la prensa local, por la quema de colchones por parte de un grupo de internas. Era la reedición de un motín iniciado el día anterior, cuando 60 menores decidieron saltar la valla del centro y escapar, denunciando malas condiciones y maltrato sistemático.
El caso ha sacudido a la sociedad guatemalteca. El Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en las afueras de la capital y dependiente de la Secretaría de Bienestar Social, es oficialmente un refugio para niños y adolescentes víctimas de maltrato, abandono, abusos sexuales, discapacidad física o mental y adictos a las drogas.
Su razón de ser era ayudar a los jóvenes pero, según las declaraciones de varios internos fugados y de los familiares de algunas de las niñas, la realidad era bastante distinta. Denuncian palizas, vejaciones, venta de drogas, agresiones sexuales por parte de los monitores y hacinamiento.
Allí residían entre 540 y 600 personas pese a que la capacidad del lugar no supera las 400. Se compartíarían hasta los cepillos de dientes y los familiares tenían restringidas las visitas.
Hasta 300 menores se han escapado del albergue en los últimos años. La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) había llegado a interponer una denuncia por las desapariciones de menores en el Virgen de la Asunción. No descarta que las fugas pudieran estar relacionadas con la trata de personas para explotación sexual. El centro había recibido más de una decena de denuncias con anterioridad. «Vamos a pedir que se cierre de inmediato el centro y deducir responsabilidades administrativas y penales contra los responsables del lugar, porque han incumplido su mandato», dijo la procuradora de Derechos Humanos de la Niñez, Hilda Morales.
El director del albergue, Santos Torres, fue destituido a última hora del miércoles. Es el segundo cese en apenas cuatro meses. Su predecesor en el cargo, Miguel Ángel Herrera, fue obligado a dejar el cargo en noviembre por los numerosos intentos de fugas de los menores.
Decenas de familiares de las internas se agolpaban ayer a las puertas del centro para reclamar información sobre las menores. Algunas han sido trasladadas ya a otros refugios.