Los conservadores, obligados a cerrar filas con el candidato tras descartarse el alcalde de Burdeos
07 mar 2017 . Actualizado a las 00:24 h.El comité político de Los Republicanos (LR) confirmó tras su reunión de ayer que renueva «unánimemente» su apoyo a François Fillon. La decisión viene tras la renuncia de Alain Juppé a ofrecerse como plan B, una vía de escape que numerosos miembros del partido había evocado en los últimos días. «Es demasiado tarde», zanjó él mismo ayer para dejar claro «de una vez por todas» que «no [será] candidato a la presidencia de la República».
El alcalde de Burdeos había vuelto a llenar los titulares como una posible solución al callejón sin salida en el que están atrapados Los Republicanos como consecuencia de la cerrazón de un François Fillon cada vez más debilitado en los sondeos y, sin embargo, aferrado más que nunca a su candidatura.
Pese a su abandono, el ex primer ministro no dudó en aprovechar la ocasión para advertir una vez más a Fillon sobre los peligros de su «obstinación». «Como ha demostrado ayer en el Trocadero, el núcleo de los militantes y simpatizantes de LR se ha radicalizado» dijo refiriéndose a la manifestación celebrada el domingo en favor del candidato, duramente criticada por haber sido organizada por Sentido Común, un grupo católico y afín a la extrema derecha.
Sin alternativa, a LR no le queda más remedio que volver a la casilla de partida y seguir apostando por Fillon. En la reunión del comité político, el candidato reiteró la legitimidad de los resultados de las primarias y destacó que los electores de la derecha «nunca perdonarán a los que alimentan el veneno de la división». En su opinión, la manifestación del domingo fue «un éxito inmenso tanto por su amplitud como por su dignidad». El equipo de campaña y el propio Fillon insisten en que 200.000 personas acudieron a la llamada, si bien la policía indica que fueron entre 30.000 y 50.000.
Aunque la luz verde del comité es una buena noticia para el ex primer ministro, la reunión de mañana con Nicolas Sarkozy y Alain Juppé es todavía un reto. El ex presidente propuso el encuentro para buscar «una vía de escape» ya que, según le dijo en privado al candidato, «la cosa no puede seguir así». Sin embargo, con la confianza del comité político renovada, y sin una personalidad de peso en la recámara, no es seguro que Sarkozy siga adelante con sus planes de forzar la salida de Fillon.
La sombra de Le Pen
La peor consecuencia a la que se enfrenta los conservadores, si Fillon es obligado a abandonar, es la radicalización de su electorado. Sin un candidato entre Marine Le Pen y Emmanuel Macron (el más próximo a la derecha del resto de pretendientes), muchos votantes de derecha migrarán a territorio del Frente Nacional (FN). François Hollande advirtió ayer del peligro que puede suponer el beneficio que la ultraderechista está sacando de la crisis en la derecha. Según una fuente de Le Monde, el presidente repite en privado que Le Pen está siendo «subestimada en los sondeos». En una entrevista concedida a varios medios, Hollande insistió en que su «deber último» es evitar que el FN llegue al Elíseo. «La extrema derecha nunca ha estado tan alta desde hace más de 30 años», aseveró, subrayando que en las elecciones «no solo está en juego el futuro de nuestro país sino el futuro de Europa».