Más de medio centenar de brigadistas españoles participaron junto a portugueses y franceses en el homenaje antes de volver a casa
13 feb 2017 . Actualizado a las 21:11 h.El Gobierno de Chile ofreció este lunes un acto de reconocimiento a los bomberos de los países de la Unión Europea que colaboraron en el combate contra los devastadores incendios que asolaron varias regiones del país en las últimas semanas.
«Gracias por la entrega. El espíritu demostrado nos dio fuerza», dijo el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, durante la ceremonia de despedida a 180 bomberos de España, Francia y Portugal, que terminada su labor, emprenderán en las próximas horas el regreso a sus países. «Esta es una hermandad necesaria en tiempos donde hay señales proteccionistas y se levantan muros. Ustedes levantaron las manos que se abren a la fraternidad», afirmó Muñoz.
Destacó además que fueron más de 600 especialistas y bomberos que llegaron a Chile a combatir los incendios, destacando que se trata de «un aporte inédito en nuestra historia. Nos vamos a encargar por medio de nuestras embajadas convocar ceremonias similares a ésta», agregó, en alusión a los grupos que ya han regresado a sus países.
También colaboraron en la lucha contra los incendios bomberos de Panamá, Brasil, Argentina, Colombia, Perú, México, Venezuela y Japón, entre otros países.
«Esta ayuda forjará relaciones mucho más íntimas con ustedes y el resto de los países que participaron», dijo Muñoz, que también agradeció la colaboración de organismos como Naciones Unidas y la Cruz Roja, mientras que Alemania, China, y Corea del Sur, entre otros países, hicieron aportaciones económicas.
El jefe del destacamento español, perteneciente a la Unidad Militar de Emergencias (UME), comandante Vicente Franco, agradeció el homenaje y afirmó que el aprecio que les brindó la gente ha sido de las experiencias más emotivas que han vivido. «Las muestras de agradecimiento que hemos recibido no tienen precio. En todos los sitios recibíamos muestras de gratitud sinceras y profundas», dijo. «Se lo digo de corazón, en algunos sentidos, nos han dado ustedes mucho más de lo que nosotros les hemos dado», añadió. «Llegamos como amigos, nos vamos como hermanos», subrayó el comandante Vicente Franco.
En las últimas semanas varias regiones del centro y sur de Chile sufrieron una oleada sin precedentes de incendios forestales que causaron la muerte de once personas, dejaron más de 7.000 damnificados y destruyeron más de 1.600 viviendas.
Desde el pasado 1 de julio, según cifras oficiales, se han registrado en Chile 3.393 incendios forestales, con una superficie afectada de 597.039 hectáreas. En la actualidad los focos de fuego han disminuido y este domingo, según las autoridades, sumaban 44, de los que 41 estaban bajo control y tres en fase de combate.
Durante la ceremonia, Muñoz, que estaba acompañado por la ministra portavoz, Paula Narváez y por el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, entregó a cada bombero español, francés y portugués una condecoración del Estado de Chile, en reconocimiento a su labor. «Gracias en nombre de Chile por la entrega. El espíritu demostrado nos dio fuerza», subrayó el jefe de la diplomacia chilena, que además entregó un reconocimiento a la embajadora de la Unión Europea, Stella Zervoudaki.
Llegada a España
Familiares y autoridades de los ministerios de Exteriores e Interior han recibido en Madrid a los 56 militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) desplegados en Chile durante dos semanas para combatir la oleada de incendios forestales. «Misión cumplida», ha afirmado el jefe del contingente de la UME, comandante Vicente Franco, al mando de este grupo que ha protagonizado la cuarta misión en el exterior que realiza esta unidad de elite de las Fuerzas Armadas en sus once años de existencia.
La base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) ha sido el escenario del acto, que ha contado con decenas de familiares de los militares, y de autoridades como el secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica, Fernando García Casas, el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez, el subsecretario del Ministerio del Interior, Luis Aguilera y el director general de Protección Civil, José Antonio Díaz. También han asistido el jefe de la UME, teniente general Miguel Alcañiz, y el embajador chileno en Madrid, Francisco Javier Marambio, así como medio centenar de compañeros del batallón con sede en la base de Torrejón.
El avión, un Airbus 340 portugués, con los 56 militares españoles ha aterrizado pasadas las 16:30 horas y a pie de pista han sido recibidos con aplausos y felicitaciones por su labor en Chile, donde se desplegaron el pasado 28 de enero tras aprobar un día antes el Gobierno esta misión de ayuda a combatir los incendios forestales que afectaban a ese país durante varias semanas.
Se acordó el despliegue tras una petición expresa del Gobierno de Chile y un requerimiento de disponibilidad de la Unión Europea, que ha aportado 72 militares franceses y 52 portugueses, además de los 56 españoles.
El contingente español, denominado Agrupación Chile, estaba integrado por un equipo de mando y enlace, compuesto por 6 militares; una unidad de intervención, compuesta por 42 militares; y un equipo de apoyo logístico y comunicación de 8 militares.
El jefe de la agrupación, Vicente Franco, y el capitán España, han coincidido en afirmar: «Misión cumplida», tras señalar que su trabajo ha sido duro ya que se han encargado de controlar dos incendios muy voraces en la región de Biobio, uno de ellos con amenaza a la población. «De forma manual y sin agua» han realizado su labor, según ha destacado Franco, quien ha agregado que han trabajado codo con codo con brigadas locales en una región asolada por entre 10 y 15 incendios.
La soldado Tania Sánchez, que afrontaba su primera misión en el exterior, ha destacado el cariño y agradecimiento de la gente a su labor: «Nos trataban cómo si fuéramos de allí», y ha definido su primera experiencia como «dura», pero «muy buena e intensa».
El teniente de navío Aurelio Soto, jefe de comunicación de la misión, ha dicho que la UME ha puesto su «granito de arena» en incendios «muy voraces», en una de las regiones más afectadas por el fuego en Chile.