Xi Jinping busca ampliar su poder en el cónclave anual del Partido Comunista chino

Sara R. Estella PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

NAOHIKO HATA | Efe

El presidente intenta reforzar su soberanía con nuevas normas de disciplina

25 oct 2016 . Actualizado a las 07:20 h.

Con el secretismo habitual en este cónclave que cada año se celebra a puerta cerrada, los 370 miembros del todopoderoso comité central del Partido Comunista chino (PCCh) se reúnen desde ayer para trazar las líneas que marcarán la renovación de este órgano en el congreso previsto para el próximo otoño. Una prueba de fuego para el presidente Xi Jinping, que intenta reforzar su soberanía con nuevas normas de disciplina.

La agenda de este sexto pleno, el más importante de los siete que se celebran cada cinco años en el seno del PCCh, prevé la aprobación de un documento para salvaguardar «la disciplina del partido» e incidir en la «supervisión del comportamiento interno». Normativas que harán especial hincapié en la lucha contra la corrupción, de la que Xi ha hecho bandera.

El más poderoso desde Mao

Xi Jinping es el mandatario que más poder acumula desde Mao Zedong. Además de secretario general del PCCh, es jefe del Estado y presidente de la Comisión Militar Central. Bajo su mandato han sido detenidos más de un millón de miembros del partido, pero muchos expertos consideran que ello persigue debilitar las facciones menos afines.

Algunos expertos aseguran que Xi no ostenta la suficiente cota de poder para llevar a cabo las reformas que anunció al tomar el cargo, por lo que en este cónclave tratará de favorecer que sus apoyos tomen el relevo de los cque abandonarán el comité en el 2017. «Xi busca marginar a la facción de Shanghái y a la Liga de Juventudes», afirmó Willy Lam, profesor de la Universidad China de Hong Kong.

Como Lam, varias voces contemplan la posibilidad de que en este plenario se derogue el límite de 68 añospara los miembros del comité central, permitiendo así que Wang Qishan, mano derecha de Xi y supervisor de la campaña anticorrupción, continúe en su cargo. De no ser así, él y otros cuatro dirigentes deberán abandonar sus puestos el próximo año. La supresión de esta misma regla permitiría a Xi alargar su mandato 5 años más, una posibilidad real por la falta de pistas sobre su sucesor, que debería ser anunciado en el congreso del próximo año.