¿Cuáles son las posiciones de los países?

La Voz

INTERNACIONAL

Grecia pide un plan creíble, Hollande no confía en Turquía y Merkel, por el contrario, se pliega ante Ankara

08 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Centroeuropa: No abrirán la ruta de los Balcanes

Los países centroeuropeos volvieron a reivindicar la decisión de cerrar a cal y canto sus fronteras a los refugiados. El primer ministro esloveno, Miro Cerar, reprochó a la UE que convirtiese los Balcanes en «una autopista de alta velocidad hacia Centroeuropa» y justificó la decisión. De no hacerlo, «podrían surgir conflictos entre países de la región». El canciller austríaco, Werner Faymann, dejó claro que no abrirán las puertas: «Debemos ser claro: Los Balcanes están cerrados». 

Grecia: Sin reubicaciones, el plan no es creíble

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, insiste en que la cooperación con Turquía no servirá de nada si los socios europeos no cumplen con los acuerdos para ayudar a repartir a los refugiados que llegan a su territorio. Ayer exigió esfuerzos «creíbles» por parte de los países más reacios a aceptar a refugiados. «Es necesario acelerar sustancialmente las reubicaciones (...) Los principios y las normas son para todos y todos tienen que aplicar las decisiones comunes», indicó.

Francia: Hollande no confía en el socio turco 

El plan es «simple de enunciar, pero difícil de poner en marcha», reconoció ayer François Hollande. El presidente no confía ni en la buena voluntad de Turquía ni en el ánimo de sus socios a la hora de «reinstalar» a refugiados sirios en sus países. París pone tierra de por medio a las aspiraciones turcas de adhesión a la UE: «No aceptaremos todo de Turquía (...) Aplicaremos una vigilancia extrema», aseguró Hollande en referencia a la violación de derechos humanos en el país vecino. 

Alemania: Merkel se pliega ante Ankara

El Gobierno de Berlín volvió a extender ayer la alfombra roja al socio turco, al que ignoraba antes de que estallase la crisis de refugiados en la Unión Europea. La canciller alemana, Angela Merkel, trató de esquivar cuestiones incómodas, como las restricciones a las libertades civiles en Turquía para salir de Bruselas con un acuerdo debajo del brazo con el que anunciar el principio del fin de la crisis. «Solo es posible con la cooperación de Turquía», justificó la líder germana. 

Báltico: El objetivo de reinstaurar el espacio Schengen 

Mientras se van encajando todas las piezas del puzle, los bálticos llaman a sus socios a cumplir con los compromisos con el objetivo final de «recuperar la confianza en Schengen», aseguró ayer el primer ministro estonio, Taavi Roivas. La hostilidad inicial ha dado paso a pequeños gestos como el de Lituania, que ayer acogió a una remesa de refugiados procedentes de Grecia. Su presidenta, Dalia Grybauskaité, pidió rapidez: «Los migrantes se mueven más rápido que nosotros».