Al Qaida reconstruye sus redes en Afganistán

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Fuerzas progubernamentales
Fuerzas progubernamentales GHULAMULLAH HABIBI | EFE

Mientras los ojos del mundo están concentrado en derrotar al Estado Islámico, en Afganistán está resurgiendo este grupo terrorista

30 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras los ojos del mundo están concentrado en derrotar al Estado Islámico, en Afganistán está resurgiendo Al Qaida. El grupo terrorista ha levantado nuevos campos para entrenar a sus militantes. La situación es tan seria que, según The New York Times, el Pentágono y la inteligencia estadounidenses han pasado los últimos meses evaluando si esos campos pueden volver a convertirse en una sería amenaza para EE.UU. y sus aliados.

La realidad es que Al Qaida nunca desapareció. Ahí están sus ramas más activas: Al Qaida en la Península Arábiga, que actúa en Yemen, y Al Qaida en el Magreb Islámico. Pero la preocupación de Washington se centra ahora en una nueva filial: Al Qaida en el Subcontinente Indio (AQIS). En octubre, el Ejército de EE.UU. y las fuerzas afganas atacaron uno de sus campamentos en la provincia de Kandahar. Era uno de los más grandes y sofisticados que se han descubierto: 60 kilómetros cuadrados de fortificaciones y túneles. Casi doscientos combatientes murieron en el ataque a esa base que funcionó durante más de un año sin ser detectada.

Pocos días después el general John Campbell, jefe de las tropas estadounidenses en Afganistán, declaraba en el Congreso: «Al Qaida está reconstruyendo sus redes de apoyo para volver a tener capacidad de atacar tanto el territorio estadounidense como otros objetivos occidentales». Y el mayor peligro para ello parece venir ahora de AQIS, cuyos militantes actúan y provienen de Pakistán, la India y otros países de la zona y se entrenan y se esconden en Afganistán.

Hace algo más de un año, terroristas de AQIS intentaron secuestrar una fragata de la armada pakistaní. Parte de los terroristas eran militares del Ejército de Pakistán en el que Al Qaida parece haberse infiltrado con éxito. La intención del ataque era contar con un barco desde el que bombardear buques de EE.UU. que patrullan en el noroeste del océano Índico. No lo consiguieron pero aquello hizo saltar las alertas sobre la nueva amenaza. El progresivo deterioro de la situación en Afganistán durante El 2015 solo la ha hecho crecer a la par que crece la ventaja de los talibanes que ya controlan de nuevo el 30 % de la superficie de ese país, como antes del 2001. Y no se puede olvidar que los talibanes son la mejor protección para Al Qaida.