Hollande descarta llevar sus tropas al avispero de Siria

Victoria toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

CARLOS BARRIA | REUTERS

Obama exige un giro estratégico en Rusia o no habrá cooperación en una coalición para derrotar al califato

25 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

François Hollande, el líder al que ahora citan los republicanos cuando atacan a Barack Obama por su falta de agresividad en Siria, negó ayer en la Casa Blanca que su país vaya a desplegar tropas sobre el terreno en ese conflicto. Ni siquiera fuerzas especiales, como las que tiene ahora Estados Unidos en Irak. Ninguno está dispuesto a meter a sus hombres en el avispero de Raqa, la capital siria del califato. Eso se lo dejan a las fuerzas locales.

«Total solidaridad» prometió ayer a Obama a Hollande. «Todos somos franceses», dijo el presidente de EE.UU. en francés, antes de explicar el horror que le produjeron los atentados de París, recordar que junto a su cama tiene una foto de su mujer y él besándose en unos jardines parisinos y asegurar que el Ejército Islámico «debe ser destruido». Pero además de la solidaridad verbal no anunció un solo cambio en su estrategia militar para Siria, más allá de compartir mejor su información de inteligencia con los franceses.

Ya lo había anunciado su portavoz cuando afirmó que la reunión entre ambos presidentes iba a ser «una expresión de solidaridad y apoyo». Hollande viajó a Washington en su maratoniana gira en la que intenta conseguir coordinar una alianza para destruir al Estado Islámico. Pero para eso tendría que poner de acuerdo a EE.UU. con Rusia lo que no parece probable.

«Estamos de acuerdo en que Rusia podría desempeñar un papel más constructivo» dijo Obama, pero inmediatamente añadió: «Pero debe cambiar su enfoque hacia la derrota del EI». Es decir, si los bombardeos de Moscú dejan de dirigirse a reforzar el poder del presidente Bachar al Asad y se concentran en combatir a la organización terrorista.

Si unir a Rusia y EE.UU. en una coalición era difícil aún lo puede ser más, tras el derribo por Turquía de un avión ruso. Tanto Obama como Hollande se refirieron a ello durante la rueda de prensa. El estadounidense dijo que todavía no tenían información suficiente sobre lo sucedido, pero a la vez consideró que Turquía, «como todo estado soberano, tiene derecho a defender su territorio y su espacio aéreo». El incidente sirvió a Obama para resaltar los «problemas constantes con las operaciones aéreas rusas». Tanto el presidente norteamericano como el francés llamaron, sin embargo, a los dos países a evitar «una escalada» en las tensiones.

También se refirieron a la necesidad de que Al Asad deje el poder. «Su fecha de salida no la daré yo pero debería ocurrir lo antes posible», dijo Hollande.

Lo que se llevó el presidente francés es el respaldo claro del estadounidense a un objetivo clave de Francia, la puesta en marcha inmediata de un registro de datos de pasajeros (PNR, en inglés) para prevenir el flujo de combatientes extranjeros desde y hacia Siria. Un registro que solicita Estados Unidos a la UE desde hace tiempo.

Una encuesta publicada ayer por The Washington Post señalaba que la popularidad del presidente ha caído hasta el 46 %. Y que lo que ha impulsado esa caída han sido los atentados de París y la defensa de su plan para acoger a 10.000 refugiados sirios.

No son solo los republicanos los que están en desacuerdo con Obama. La semana pasada la Cámara baja votó una ley para impedir el plan de reasentamiento de refugiados sirios y 50 demócratas votaron con los republicanos.