Carola García-Calvo: «Los radicales retornados son uno de los mayores riesgos»

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

España debe integrar a los inmigrantes para «prevenir» este problema

16 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El fenómeno del terrorismo homegrown, que es el perpetrado por jóvenes radicalizados que han nacido en el país contra el que atentan, es la especialidad de la ourensana Carola García-Calvo, investigadora del Programa de Terrorismo Global del Real Instituto Elcano. García-Calvo advierte sobre el peligro de los radicales retornados, «uno de los mayores riesgos terroristas» a los que nos enfrentamos, y aboga por la prevención, integrando en España a las nuevas generaciones de inmigrantes.

-¿Cómo se explica que haya al menos un ciudadano francés entre los yihadistas que atentaron el viernes en París?

-Bueno, el terrorismo homegrown es una de las claves que suelen estar detrás de los atentados en Europa; en este caso, en Francia. Es una forma autóctona del terror y, aunque no es solo patrimonio de Europa, es una amenaza en nuestro continente, como se observa en las cifras de movilización de jóvenes a zonas de conflicto como Siria o Irak. Los datos son contundentes y estamos hablando de 2.000 individuos que se han unido desde Francia a organizaciones yihadistas, entre 700 y 800 desde el Reino Unido, una cantidad similar desde Alemania y 130 desde España. El problema es que son ciudadanos europeos; en el caso de este atentado, francés.

-¿Qué hay detrás de estos terroristas autóctonos?

-La mayoría son descendientes de inmigrantes de países musulmanes; la segunda o la tercera generación. Han nacido en territorio europeo, se han escolarizado aquí, forman parte de la sociedad y, sin embargo, son un segmento vulnerable.

-¿Por qué son tan vulnerables?

-Por una crisis de identidad, por una asimilación deficiente de la cultura. No se identifican con la de su familia, pero tampoco con la del país en que nacieron. La integración no es satisfactoria porque el individuo no se siente ni marroquí ni francés, por poner un ejemplo. Se considera un ciudadano de segunda y entonces nace la sensación de agravio.

-¿De qué manera se radicalizan?

-Los yihadistas tienen en estos jóvenes un nicho muy amplio porque les ofrecen precisamente una identidad. Les dicen: «No eres marroquí ni francés, eres musulmán y perteneces a esta lucha». Es un mensaje muy potente que les lleva a Irak o a Siria, de donde regresan para atentar. Los radicales retornados son hoy uno de los mayores riesgos terroristas a los que nos enfrentamos. Es verdad que no todos los retornados están radicalizados, pero el riesgo existe.

-¿Este fenómeno tiene menos fuerza en España?

-Es una cuestión de tiempo. La inmigración en Francia empezó en los años cincuenta. Allí tienen ya una larga tradición, con terceras y cuartas generaciones, y el problema entre los jóvenes eclosionó hace muchos años. En España, la inmigración es de los noventa y es ahora cuando eclosiona el conflicto, con la segunda generación. Ya vemos detenciones en zonas receptoras de migrantes, como Cataluña, Ceuta o Melilla. El camino es el mismo que el de otros países, pero estamos a tiempo de solucionarlo.

-¿De qué manera se puede luchar contra esta amenaza?

-Con planes de prevención de la radicalización violenta. Tenemos uno desde el 1 de enero de este año, pero hay que implementarlo ya porque aún no hay medidas. Tampoco es que en otros países hayan funcionado de maravilla, pero hay que mejorar los errores, trabajar en esa línea e involucrar a toda la sociedad. El momento es crucial para España porque estamos a tiempo de prevenir.

«La captación de los jóvenes es muy profesional y se hace en las redes sociales»

Los varones jóvenes son víctimas propiciatorias del yihadismo, pero la experta advierte de que no existe un único prototipo.

-¿Cuál es el perfil del terrorista «homegrown»?

-Muchos son varones jóvenes, aunque ahora aparecen también mujeres. Los jóvenes son más receptivos a buscar alternativas, y a través del radicalismo se canaliza la rebeldía de la juventud.

-¿En qué sentido?

-Pues, por ejemplo, no siempre vemos falta de integración social. En el Reino Unido se han radicalizado universitarios con una vida aparentemente normal y con una situación estable. Y, por el contrario, los hay con una actividad irregular, que trabajan en negro. La diversidad de perfiles hace el fenómeno mucho más complejo.

-¿Cómo seducen los yihadistas?

-La propaganda, desde luego, supone una alteración clara de la realidad. El mensaje para captar es el de una vida idílica en el que las mujeres van a ser parte importante de un proyecto social.

-¿Cómo es la captación de los jóvenes?

-Muy profesional, con expertos que los localizan en las redes sociales y que dedican mucho tiempo a ganárselos con charlas en chats y a darles poco a poco una visión extremista. Son sistemas de captación muy jerárquicos y organizados.