Hungría enviará a miles de policías a la frontera con Serbia en momentos en que el flujo migratorio bate nuevos récords
19 ago 2015 . Actualizado a las 20:00 h.La crisis migratoria sigue batiendo récords. El número de inmigrantes y refugiados llegados a Europa por las distintas rutas del Mediterráneo se cifran ya en 264.000, cifra que triplica a la del mismo período del 2014. Otro récord es la solicitudes de asilo que prevé recibir Alemania solo este año: 750.000.
La principal causa de la aceleración del flujo migratorio son los desembarcos en las islas griegas, a donde solo la semana pasada llegaron cerca de 21.000 personas, según el informe publicado ayer por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur). El pasado mes de julio llegaron 50.242 refugiados a Grecia, más del total registrado en todo el año pasado.
Turquía, punto de salida
Turquía es ya el principal punto de partida de inmigrantes hacia la UE, según los datos de la agencia europea Frontex, encargada de las fronteras exteriores del espacio Schengen. Durante los seis primeros meses de este año, las llegadas de inmigrantes a territorio europeo procedentes de Turquía se incrementaron un 512 % con respecto al mismo período del 2014. Acnur exige que la UE ayude a Grecia, además de reseñar que son gente que huye de la guerra, por lo que deben recibir «el estatuto de refugiado».
Alemania sigue siendo uno de los destinos preferidos. El Gobierno de Berlín ha revisado al alza su previsión de solicitudes de asilo para el 2015, que se prevé alcance los 750.000, una subida de 300.000 con respecto al anterior cálculo y un 70 % más del hasta ahora máximo histórico, de 1992.
La presión migratoria lleva tiempo marcando la política en Alemania. Tanto la canciller, Angela Merkel, como el presidente, Joachim Gauck, han instado a la ciudadanía a no actuar con intolerancia y hostilidad hacia los extranjeros, tras los ataques incendiarios a refugios de inmigrantes y a alcaldes.
En cambio, en Hungría se anuncia el refuerzo con miles de policías de la frontera con Serbia, donde se está construyendo una valla para frenar el flujo migratorio. Janos Lazar, jefe del Gabinete del primer ministro húngaro, el populista de derechas Víktor Orban, justificó el despliegue adicional de guardias en la frontera por el comportamiento agresivo de los inmigrantes. Lazar también sugirió endurecer el Código Penal, de modo que cruzar la frontera de forma ilegal o dañar la verja sea punible con hasta cuatro años de prisión.