Los muertos en el puerto chino son ya 104, mientras crece el miedo por el cianuro de sodio en el aire y las contradictorias órdenes de evacuación
16 ago 2015 . Actualizado a las 09:27 h.El infierno prosigue en Tianjin tres días después de las dos terribles explosiones que ya han causado 104 muertos y más de 700 heridos. Este sábado, varias pequeñas detonaciones incendiaron varios coches e hicieron aún más densa la nube tóxica que cubre el décimo puerto del mundo. El miedo aumenta entre los ciudadanos ante el riesgo de contaminación química sobre todo después de que la policía confirmara presencia de cianuro de sodio en el aire.
Algunos expertos consultados por este periódico alertan de la peligrosidad de determinadas sustancias químicas como el cianuro de sodio. «Si el cianuro se mezcla con agua puede emitir gases que si se inhalan o contactan con la piel son muy peligrosos», explica Liu Hua, experto de Greenpeace en su sede en Pekín.
Según la agencia oficial Xinhua, como medida de precaución, las autoridades ordenaron la evacuación de los residentes a tres kilómetros a la redonda de la zona devastada. Sin embargo, horas más tarde, las autoridades locales negaban que se hubiera emitido esa orden de evacuación.
Ese caos informativo unido a que todavía no se sabe qué productos se almacenaban en los contenedores que explotaron, ha elevado la crispación social. Los familiares de las víctimas y de los desaparecidos exigen al Gobierno una respuesta a lo sucedido mientras que los ciudadanos, la mayoría a través de Internet, piden información precisa sobre si el nivel de riesgo de contaminación química en la zona.
Primeras hipótesis
La hipótesis que toma fuerza sobre el origen de las detonaciones es el contacto de los productos químicos como el cianuro de sodio con el agua empleada por la primera brigada de bomberos que acudió a sofocar el incendio previo. «Logramos controlar la expansión del fuego, pero los contenedores explotaron de repente, unos quince minutos después de que empezáramos a disparar agua», aseguró al diario Global Times Yang Kekai, uno de los bomberos heridos.
Consciente de la gravedad de la situación, el presidente Xi Jinping dijo a las autoridades de Tianjin que deben «aprender la lección pagada con sangre». El único atisbo de luz en un día negro lo brindó un bombero de unos 50 años que fue hallado con vida a cincuenta metros del lugar del epicentro de la explosión tres días después.
«Me dicen que es peligroso acceder a mi casa»
La densa columna de humo negro y el sonido de pequeñas explosiones volvió a poner en alerta a los ciudadanos que viven cerca del parque industrial de Binhai, en el puerto de Tianjin. Sun, un vecino de 27 años, salió de su casa para hacer algunas compras y tratar de recuperar la normalidad. «He ido a comprar comida y productos de limpieza y al volver una barrera de policías me ha dicho que es peligroso acceder a mi casa, que no puedo pasar», explica.
Como él, los residentes de la zona y los más de seis mil evacuados en colegios y polideportivos pasan los días mirando al cielo. Temen estar expuestos a una nube tóxica y la falta de información por parte de las autoridades no hace sino aumentar su miedo y su desconfianza sobre si les están contando la verdad de lo ocurrido. «Mi jefe me dice que me ponga la mascarilla pero yo estoy muy asustada, quizás no sea suficiente protección», se lamenta un albañil mientras trata de recuperar algunos objetos personales de entre el montón de escombros al que ha quedado reducido el barracón donde vivía con otros compañeros.
Muchos ciudadanos han huido de Tianjin como medida de prevención hasta que la situación quede controlada. Mientras, las autoridades han pedido a los que se quedan que utilicen mascarillas y que usen pantalones y prendas de manga larga para proteger su piel de las particulares dañinas que pueden concentrarse en el ambiente. Un mensaje que contrasta con su insistencia en asegurar que la calidad del aire es óptima. «No tenemos ninguna información, nada, el Gobierno no nos habla, nos dejan en la ignorancia», se indigna una mujer.