Irán renuncia a la bomba atómica a cambio del fin de las sanciones

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Mila Méndez

El acuerdo autoriza a Teherán a continuar con su programa nuclear con fines civiles

15 jul 2015 . Actualizado a las 14:33 h.

Cuando ya todos daban por segura una nueva prórroga de las negociaciones de Viena, Irán y el Grupo 5+1 anunciaron el acuerdo por el que el régimen de los ayatolás renuncia a fabricar la bomba atómica a cambio del levantamiento de las sanciones económicas que ahogan la economía del país. Casi dos años de discusiones llevadas al límite, un acuerdo marco -el de Lausana en abril- cuyos detalles técnicos debían haber quedado cerrados el 30 de junio y un reñido esprint final de 18 días fueron la antesala del anuncio de lo que, en palabras de la responsable de política exterior de la UE, Federica Mogherini, «el mundo estaba esperando».

Es el anuncio de un acuerdo con el que «todos ganan», según el presidente iraní, Hasán Rohaní. Él, porque sacar a su país de la crisis es la promesa con la que ganó las elecciones y, para ello, no había otro camino que el levantamiento de las sanciones, especialmente las que le impiden a Irán exportar petróleo y le cierran las vías financieras y comerciales internacionales. Unas prohibiciones que se irán eliminando, a partir de dentro de unos cuatro o seis meses, de forma escalonada, conforme Teherán vaya cumpliendo el acuerdo. Además, el embargo de armas convencionales se levantará dentro de ocho años.

Es lo que obtendrá Irán si cumple con un compromiso que le obliga a reducir su potencial nuclear y a someterse a unos controles que le harán imposible fabricar una bomba atómica en menos de 12 meses, cuando hoy podría hacerlo en dos o tres meses.

En los próximos 15 años no podrá enriquecer uranio por encima del 3,67 %, suficiente para fines pacíficos, mientras que para la bomba se requiere una pureza del 90 %. Reducirá en dos tercios las centrifugadoras (de 19.000 a 6.104) y en los primeros diez años solo podrán usar las menos avanzadas. Dejará rebajadas las reservas de uranio a 300 kilos (hoy dispone de 12.000) durante 15 años. Además, limitará el desarrollo nuclear y dedicará una de las instalaciones a otro tipo de investigaciones. La planta de agua pesada de Arak será remodelada para inutilizar posibles usos militares y se venderá el material sobrante en el mercado internacional.

El Consejo de Seguridad de la ONU aún debe ratificar el acuerdo, por lo que no entrará en vigor antes de 90 días.

Diplomacia

Lo que todos los actores de las negociaciones consideran hoy un triunfo de la diplomacia se debe a la tenacidad del secretario de Estados de EE.UU., John Kerry, y del ministro de Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif. Pero las intenciones del presidente, Rohaní, y de su canciller no se verían nunca cumplidas si quien tiene en Teherán la última palabra, el ayatolá Alí Jamenei, no hubiera antepuesto la recuperación económica a su desconfianza hacia EE.UU., el «gran satán».

Todo el proceso del programa nuclear iraní estará estrechamente vigilado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyos inspectores podrían acceder incluso a instalaciones militares si sospechan incumplimientos del pacto. «Si Irán no cumple, lo sabremos y lo sabremos rápido», anunció el secretario de Estados de EE.UU., John Kerry. En tal caso, está previsto un mecanismo para volver rápidamente a las sanciones.

Vladimir Putin resaltó que su país, que forma parte del Grupo 5+1, brindó «una aportación relevante» para lograr el acuerdo y afirmó que «el mundo puede respirar con alivio» y que Rusia «hará todo posible para que los acuerdos de Viena se apliquen».

Previsible bajada de los precios del petróleo

El cuarto país del mundo en reservas de petróleo (y segundo en gas) verá cómo, en cuanto se levanten las sanciones, se ensancha su mercado, encogido ahora a unos 1,3 millones de barriles diarios para exportación desde el 2012, frente a los 2,5 millones que había vendido en el 2011.

A los seis meses de cesar el bloqueo, la producción podría aumentar en un millón de barriles diarios, en un mercado con un exceso de oferta de entre 1,5 y 2 millones de barriles diarios, según AFP.

El barril de Brent del mar del Norte perdía en el Intercontinental Exchange (ICE) de Londres, 1,04 dólares respecto al lunes.

Los iraníes dan las gracias a Javad Zarif

Los iraníes tomaron las calles para mostrar su alegría, que los medios recogieron tras el anuncio de un acuerdo que interpretan como un triunfo de Irán. El rostro en Viena de los negociadores fue su ministro de Exteriores, Javad Zarif, cuya foto agitaban ayer muchos de los manifestantes. Se estima que el fin de las sanciones liberará unos 100.000 millones de dólares de la venta de crudo. foto A. TAHERKENAREH EFE