Tsipras enmienda a Samarás y readmite a 4.000 funcionarios

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El primer ministro griego posa con limpiadoras que fueron despedidas en el 2013.
El primer ministro griego posa con limpiadoras que fueron despedidas en el 2013. LOUISA GOULIAMAKI | AFP

El primer ministro griego merma la confianza de la troika en plena negociación para desbloquear 7.200 millones del rescate

08 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno griego asestó en la madrugada de ayer otro golpe a la confianza de sus acreedores. De nada sirvieron las persistentes advertencias de Bruselas y los socios europeos para evitar que el líder heleno, Alexis Tsipras, decidiera nuevas medidas unilaterales en plena negociación con la antigua troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) para desbloquear los 7.200 millones de euros pendientes de su rescate. El Parlamento griego sacó adelante una nueva ley para readmitir a los 13.000 empleados públicos que el anterior Gobierno conservador de Antonis Samarás despidió para cumplir con las directrices de la tríada. Al menos 4.000 trabajadores de escuelas, servicios de limpieza y funcionarios serán readmitidos a corto plazo gracias a la promesa electoral de la nueva Ejecutiva.

La maniobra llega en el peor momento posible. Tsipras y su ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, intentan recuperar el impulso en las negociaciones con los acreedores y socios del euro que exigen a Grecia que adelgace el cuerpo de la Administración y recorte el gasto público ante la enorme deuda que acumula el país y que ya alcanza el 175 % del PIB: «No vamos a consultarles, no tenemos por qué, somos un Estado soberano», manifestó el ministro griego del Interior, Nikos Voutsis.

Para evitar que este nuevo movimiento enturbie aún más las malas relaciones con los acreedores, Varufakis trató ayer en Bruselas de restar importancia a esta nueva argucia al asegurar que el acuerdo para desbloquear la ayuda europea está al caer: «Estamos mucho, mucho más cerca y no tengo dudas de que convergeremos en el momento apropiado», aseguró durante un debate al que también asistió el comisario europeo de Economía, Pierre Moscovici. El francés echó balones fuera: «Hemos aprendido a entendernos», dijo antes  de reconocer que es improbable la firma de un pacto en la reunión del eurogrupo del próximo lunes.

La cuestión es si los acreedores volverán a echarse encima del Gobierno heleno detrás de los focos por esta última medida, que no tendrá un gran impacto en las finanzas griegas, según las previsiones: «Hace falta ver el conjunto [?]. Grecia debe respetar los equilibrios globales», aseguró ayer el ministro de Economía francés, Michel Sapin, antes de recordar que la recontratación masiva de trabajadores públicos no tiene por qué afectar al cumplimiento de los objetivos fiscales. Los presupuestos elaborados por el anterior Gobierno de Samarás ya incluían la contratación de 15.000 nuevos funcionarios.