Bruselas rebaja las expectativas de llegar hoy a un pacto en el Eurogrupo y Varufakis no descarta una ruptura
11 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Alemania cerró ayer el camino a que la Comisión Europea y Grecia llegaran por su cuenta a un acuerdo puente de varios meses como el que solicita el Gobierno griego para disponer de liquidez de forma inmediata, evitar la prórroga del rescate y poder de ese modo aliviar las condiciones impuestas por la troika. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, no se anduvo por las ramas. Según dijo en Estambul al término de una cumbre del G20, las informaciones dando por hecha la propuesta de Atenas no son rigurosas. «Primero, no sé nada de esto, y segundo, la Comisión no es la entidad responsable para esto», espetó.
Schäuble afirmó que no se puede obligar a Grecia a aceptar la prórroga del rescate. «Si no lo quieren, pues nada. Pero entonces tampoco podrán pedir más negociaciones». «Mañana [por hoy] tendremos una reunión en el eurogrupo y ahí, el ministro griego [Yanis Varufakis] presentará sus ideas; escucharemos con tranquilidad lo que nos tiene que decir, si es que nos dice algo, que yo creo que sí», avanzó. «Las reglas son claras. De la situación extremadamente grave en Grecia, solo Grecia tiene la culpa», remachó.
Con anterioridad, fuentes griegas habían filtrado al periódico Naftemporiki una conversación telefónica de un cuarto de hora entre el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y el primer ministro Alexis Tsipras, de acuerdo con la cual el acuerdo puente hasta finales de agosto ya estaría sobre la mesa de negociaciones. La versión de Bruselas sobre el particular fue, sin embargo, mucho más escéptica. Según la portavoz de la Comisión, Mina Adreeva, los contactos entre Juncker y Tsipras han sido, en efecto, «muy intensos» pero no «muy fructíferos», «De momento, tenemos bajas expectativas de que se puedan alcanzar acuerdos definitivos hoy [en el eurogrupo] o mañana [en el Consejo Europeo].
Alejamiento
La distancia entre las dos partes quedó de manifiesto nuevamente con unas declaraciones, que tienen muy pocos precedentes dentro de la eurozona, a cargo del ministro de Defensa, Panos Kamenos, el líder del partido nacionalista de derechas Griegos Independientes, socio de la coalición que gobierna. Según dijo, el Ejecutivo baraja la posibilidad de buscar créditos en Rusia, China o Estados Unidos en caso de que no llegue a un acuerdo con la eurozona. Kamenos recalcó que el Gobierno no tiene intención de apartarse de las «líneas rojas» que se ha fijado y que, en esencia, coinciden con el programa de legislatura que terminó de discutirse ayer en el Parlamento heleno. En su opinión, no puede descartarse incluso la convocatoria de un referendo para el caso de una colisión con los socios.
Más sombría resultó la intervención de Varufakis, quien afirmó que si uno no está dispuesto «a contemplar la ruptura» con los socios europeos, «no va a una negociación sino que se queda en su casa». Varufakis hizo las declaraciones al final del debate parlamentario en respuesta al portavoz de Nueva Democracia, que le pidió que prometiera que no permitiría un divorcio con Europa en la reunión del eurogrupo de hoy. «¿Qué esperáis que se haga si nunca imaginamos la opción de decir no?», afirmó el ministro griego,. Varufakis aseguró que su Gobierno, «el primero que acude a un Eurogrupo con la cabeza alta», no tiene miedo y no quiere la humillación de nadie, sino un acuerdo beneficioso para el europeo medio.
Hasta el momento, el choque de trenes entre el Gobierno que encabeza y Europa le proporciona réditos políticos al primer ministro Tsipras en Grecia. Una amplia mayoría de los griegos (66%) apoya el programa del Ejecutivo y la táctica que aplica en la negociación con la UE (75 %), según una encuesta efectuada por el instituto demoscópico Alco y publicada por To Pontiki de la que se hace eco Efe. El respaldo, casi unánime entre los votantes de los dos partidos de la coalición de gobierno, es igualmente muy elevado entre los de las demás formaciones.
Los alemanes se alejan de Grecia
El 48 % de los alemanes están a favor de una salida de Grecia de la eurozona, según un sondeo realizado por el instituto demoscópico INSA para la web de la revista «Focus». La encuesta indica que solo un 29 % de los consultados defienden la permanencia de Grecia en el euro. El sondeo fue realizado del 6 al 9 de febrero a 2.000 alemanes, coincidiendo con los primeros pasos de Alexis Tsipras al frente del Gobierno griego. El resultado contrasta con el de otro estudio realizado a fines de enero, según el cual un 62 % de los alemanes querían a Grecia en el euro. «Para la mayoría de los alemanes no sería una sorpresa que Grecia dejara la eurozona y muchos cuentan ya también con una quita de la deuda. La población ve el panorama desilusionante», afirmó el director del sondeo.