Los atentados de París alteran el planteamiento de seguridad en Europa, según De la Corte.
-En pequeña medida, el planteamiento cambia para los países europeos. Por dos razones. La primera es que hay un nuevo modelo que puede ser imitado por otros radicales con recursos similares, pues se ha comprobado el enorme poder de desestabilización que pueden lograr pocas personas, con una resonancia similar al 11-M o al 11-S. La segunda es difícil de anticipar. Los atentados han sido reivindicados por Al Qaida en la Península Arábiga, pero otro terrorista dijo que lo hizo para el Estado Islámico.
-¿Es un nuevo escenario?
-Es un escenario que puede darse y que temen las fuerzas de seguridad: dos grandes organizaciones compitiendo por la hegemonía. Ya pasó con otros terrorismos y siempre sucede lo mismo; se incrementa la violencia porque intentan demostrar su liderazgo. Si la primera llevó la voz cantante en París, la otra podría intentar superarla con otro atentado. Resulta muy preocupante.
-¿Es sensible Galicia por contar con la Catedral de Santiago?
-Todos los edificios con simbolismo, y la Catedral de Santiago no puede tener más simbolismo para el islamismo radical, son atractivos. El ejemplo más claro es el 11-S. Tan resonante como el número de muertos fue atacar los iconos del poder de Estados Unidos; el económico (las Torres Gemelas), el militar (el Pentágono) y el político (el intento frustrado contra el Capitolio).