18 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.
El presidente francés lanzó ayer un mensaje de vuelta a la normalidad tras la conmoción por los atentados de la semana pasada. «La vida debe continuar, pero nada será nunca igual que antes», dijo Hollande en su feudo electoral de Tulle, en el sur de Francia. El presidente defendió «el compromiso con la libertad de expresión» y llamó a sus conciudadanos a estar «a la altura del espíritu del 11 de enero», cuando el pueblo francés rechazó masivamente el terrorismo. El dirigente socialista apeló a la «unidad» demostrada por la sociedad francesa durante la conmoción inicial. «Somos un solo país, un solo pueblo, una sola Francia. Una Francia sin distinción de religiones, de creencias, de sensibilidades», reiteró.