Abbas y Peres aceptan la invitación del papa para hablar de paz en el Vaticano

Jerusalén / agencias

INTERNACIONAL

Bergoglio rompió el protocolo en Belén para rezar ante el muro que separa Cisjordania e Israel, en una clara crítica a la política israelí.
Bergoglio rompió el protocolo en Belén para rezar ante el muro que separa Cisjordania e Israel, en una clara crítica a la política israelí. TAUFIQ KHALIL < / span>AFP< / span>

El líder palestino viajará a Italia el próximo 6 junio

26 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Quiero invitar al señor presidente [por Simon Peres] y al presidente Abbas para elevar una gran oración y ofrezco mi casa en el Vaticano para acoger ese encuentro». El papa Francisco renovó ayer en Israel, con contundencia y claridad, su exhortación al jefe de Estado israelí y al presidente de la Autoridad Palestina para encontrarse con él en el Vaticano, en un acto en favor de la paz en Medio Oriente. Acababa de llegar en helicóptero al aeropuerto de Tel Aviv, capital israelí, tercera etapa de su periplo por Tierra Santa. La propuesta es similar a la jornada de ayuno y oración promovida en septiembre por Bergoglio por la paz en Siria que terminó por evitar una intervención militar de EE.UU. La invitación fue aceptada inmediatamente por el líder palestino, Mahmud Abbas, quien anunció que viajará al Vaticano el próximo 6 junio. Y aunque se espera una respuesta oficial de Peres, cuyo mandato como presidente termina el 27 de julio, la aceptación del encuentro estaba en el ambiente.

El papa volvió a sorprender con un gesto sin precedentes al invitar a ambos a «un encuentro de oración» porque está convencido de que «los dos buscan la paz, y esta puede llegar a través de cosas pequeñas». Bergoglio apostó por una paz sólida y erigida sobre «la justicia y el reconocimiento por todos del derecho de dos Estados a existir y a disfrutar de paz y seguridad dentro unas fronteras internacionalmente reconocidas».

Nada más llegar a Tel Aviv, el papa confesó tener «el corazón dolorido por el feroz atentado de Bruselas, un acto criminal de odio antisemita», clamó el papa sin ambages ante Peres y el primer ministro Netanyahu.