Obama covoca al G7 en La Haya

Victoria Toro NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Europa estudia esta semana una nueva tanda de sanciones

19 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El presidente de EE.UU. Barack Obama convocó ayer a los países que forman el G7 (EE.UU., Japón, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia) a una cumbre que tendrá lugar la próxima semana en La Haya para discutir la situación creada por la anexión de Crimea. Obama también invitó a participar en la reunión a la UE. Poco después de hacer ese anuncio, el portavoz de la Casa Blanca comunicaba que Washington estudia la inclusión de más nombres, rusos y ucranianos, en la lista de sancionados que hizo pública el lunes.

Respondía así tanto al paso dado por Putin como a las crecientes críticas que su gestión del conflicto está provocando en EE.UU. Los republicanos han redoblado las acusaciones de inoperancia contra Obama en los últimos días. Ayer, el excandidato a la presidencia Mitt Romney firmaba un artículo en The Wall Street Journal en el que acusaba a Obama y a la anterior secretaria de Estado, Hillary Clinton, por lo que ha sucedido en Ucrania. Romney asegura que las crisis de este país, Corea del Norte, Siria o Egipto son responsabilidad de Obama por su «negligencia» a la hora de elegir el momento de actuar, siempre, según el republicano, «demasiado tarde».

A la vez aumentan las voces, y no solo de republicanos, que le recuerdan a Obama las opciones que tiene para detener a Putin. Algunos hablan ya de la opción militar aunque esta opinión es minoritaria y se refiere menos a iniciar una guerra y más a una demostración de fuerza. Una de las posibilidades que mencionan algunos analistas es la celebración de grandes maniobras militares de la OTAN en algunos de los países miembros que tienen frontera con Ucrania o con Rusia como Polonia, Estonia, Letonia o Lituania.

La mayoría de las opiniones en EE.UU. se decantan, sin embargo, por la presión económica. En concreto, se oyen cada vez más voces que piden a Washington que acabe con la prohibición de exportación de petróleo que podría sustituir al crudo ruso que en la actualidad compra un buen número de países aliados de EE.UU., entre ellos muchos europeos.

En otro orden de cosas, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, canceló un viaje a Moscú el miércoles en donde debía reunirse con el presidente ruso. Los líderes europeos, que se vuelven a reunir esta semana, podrían decidir ampliar la lista de sancionados hasta incluir a miembros del Gobierno ruso o incluso pasar a la tercera fase de medidas contra Rusia, que incluye sanciones económicas, comerciales y energéticas, según anunció el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

La UE firmará esta misma semana con el Gobierno de Kiev el tratado de asociación comercial con Ucrania que desató la crisis.