El expresidente que nunca se fue

A. G. Bogotá / EFE

INTERNACIONAL

11 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El escaño conseguido por el expresidente Álvaro Uribe, de 61 años, pone fin a cuatro años tras bambalinas y abre un nuevo período de su personalista visión política como peso pesado en el Senado. Desde Twitter y en actos públicos, Uribe se convirtió en los últimos cuatro años en el principal opositor de Santos, por lo que decidió reivindicar su papel en el panorama político de la única manera posible: en el Congreso.

El exmandatario agotó entre el 2002 y el 2010 los dos mandatos en la Presidencia que permite una ley electoral modificada precisamente para permitir su reelección, por lo que Uribe anunció en septiembre pasado su retorno al Congreso con su Centro Democrático. Mientras otros ex presidentes salieron de la Casa de Nariño con un bajo perfil, Uribe es el primero que se somete a las urnas para volver al Senado, al considerar que la situación del país exige que se recupere «el rumbo de confianza».

Dejó la Presidencia con una popularidad del 75 %. Si bien su Gobierno ha sido identificado como la era más implacable contra la guerrilla que abrió las puertas a la inversión extranjera y al desarrollo en Colombia, también se le achaca haber consentido delitos de lesa humanidad como los «falsos positivos» en el seno del Ejército y otros escándalos de corrupción.