El presidente se vuelca para vender la marca España

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

INTERNACIONAL

Superada la recesión, la tasa de paro es el gran obstáculo para convencer al mundo de que sus recetas tienen éxito

14 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Mediada la legislatura, Mariano Rajoy se va a volcar este año en la política exterior, en un intento de vender los incipientes logros de su política económica, mejorar la depauperada marca España y atraer inversiones extranjeras. Si en sus dos primeros años en la Moncloa tenía la vista puesta en la UE, ahora se abre más a otras zonas, empezando por su encuentro con el presidente del país más poderoso de la tierra, pero también con los que en realidad manejan los hilos de la economía mundial. La alta tasa de paro es el gran obstáculo para convencerles de que sus recetas está teniendo éxito.

¿Qué supone su encuentro con Obama?

Rajoy vio ayer cumplida una de sus ambiciones, reunirse con Barack Obama y que este alabase su liderazgo para estabilizar la economía, lograr el crecimiento, reducir el déficit y volver a los mercados financieros. Pero le dejó claro que su gran reto pendiente sigue siendo reducir el desempleo. Rajoy consiguió la anhelada foto, que tiene un impacto indudable en términos de imagen, tanto en el extranjero como a escala doméstica. Además, el Gobierno ya se ha ocupado de magnificar al máximo el encuentro. Pero el reproche público de Obama deslució un tanto el respaldo sin fisuras que buscaba Rajoy.

¿Por qué intensifica ahora Rajoy su agenda internacional?

A las reuniones con Obama y la directora del FMI, Christine Lagarde -que elogió ayer especialmente sus reforma laboral y de las pensiones- y una conferencia ante directivos de las grandes empresas de EE.UU., seguirá días más tarde su primera intervención en el foro de Davos en un intenso mes de enero. Una vez dejada atrás la recesión, lo que confirmó el anuncio que hizo ayer Luis de Guindos de que la economía creció un 0,3 % en el cuatro trimestre; alejada la posibilidad del rescate completo de España; y con expectativas de creación de empleo neto, el presidente quiere transmitir a los que manejan la economía mundial que España «ha vuelto». De paso, impulsar su imagen internacional tras dos años en que España ha sido el enfermo de Europa, ya que por el tamaño de su economía ponía en peligro incluso el futuro del euro. En todo caso, el 26 % de paro es un dato demoledor que ensombrece cualquier logro y provoca estupefacción en EE.?UU., donde la tasa es del 6,7 %.

¿Por qué ha decidido ir por primera vez a la cumbre de Davos?

Rajoy eludió participar en sus dos primeros años en esta cumbre de la élite económica y política mundial que se celebra en enero en la pequeña localidad suiza de Davos. En el Foro Económico Mundial se reúnen los que mandan en el mundo, los personajes más poderosos de la política, la economía y los medios de comunicación. Este año sí intervendrá, el día 23. Ya tiene algo que ofrecer. La fulminante bajada de la prima de riesgo es una muestra de que los inversores han recuperado confianza en España y ven la oportunidad de hacer negocios muy rentables sin grandes riesgos. Las inversiones de Bill Gates y George Soros en la empresa FCC han despertado el interés por nuestro país.

¿Qué otros retos internacionales tiene España?

El Gobierno buscará un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde se sientan cinco miembros permanentes y diez renovables cada dos años. España aspira a una de las dos vacantes que corresponden al bloque occidental, en competencia con Nueva Zelanda, que parece tener el sitio asegurado, y Turquía, la gran rival. Lograr entrar a formar parte de esta especie de sanedrín diplomático supondría un éxito importante. De lo contrario, sería otro revés para la marca España, tras el fiasco de la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos o la espantada de Eurovegas.

¿Qué otros viajes importantes hará Rajoy?

Al margen de los habituales consejos europeos que le llevarán a Bruselas, Rajoy participará en la Conferencia sobre Seguridad Nuclear en La Haya, en marzo, y las cumbres de la OTAN en Gales, en septiembre, iberoamericana de Veracruz, en fecha aún por determinar, y la del G20 en Sídney, en noviembre. Pendiente está un importante viaje a China, que se aplazó en su día. Se calcula que recorrerá más de 140.000 kilómetros este año.

El embajador español en Washington, Ramón Gil-Casares, afirmó ayer que Estados Unidos «cuenta más» con España ahora que antes y subrayó que los estadounidenses valoran a quienes son capaces de tomar «medidas impopulares, y eso es lo que han visto en el presidente Rajoy». Gil-Casares subrayó que la visita del jefe del Gobierno a la Casa Blanca para entrevistarse con el presidente estadounidense, Barack Obama, llegaba «en un momento oportuno» porque es cuando las medidas impopulares «empiezan a dar resultado». Según el embajador español, para Estados Unidos es importante que sus «aliados cercanos» respondan «a los retos» y «sepan tomar medidas impopulares».