Merkel desdice a Monti

maría signo ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

La canciller obliga a retractarse al primer ministro italiano tras afirmar este que Berlín no deseaba un triunfo de la izquierda en las elecciones

22 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El jefe del Gobierno italiano en funciones, Mario Monti, se vio obligado ayer a retractarse de unas declaraciones anteriores en las que afirmaba que la canciller Angela Merkel «teme que se afirmen los partidos de izquierda en Europa, sobre todo en un año electoral para ella. No creo que tenga ningunas ganas de ver llegar al Partido Democrático (PD) al Gobierno».

No tardó mucho recibir una seca réplica desde Berlín. «Espera a los italianos la elección de su propio gobierno y no me mezclo en sugerencias ni conjeturas». Al Profesor no le quedó más remedio que dar marcha atrás en su error y asegurar que «Merkel no está mínimamente implicada en la disputa electoral».

Con todo, no desaprovechó la ocasión para atacar a su antecesor y principal rival: «Solo he contestado a una frase de Berlusconi que insinuaba una bendición de Merkel a la victoria del Partido Democrático. Es equivocado pensar que haya un acuerdo con el PD. No es una afirmación verdadera».

El principal afectado, Pier Luigi Bersani, se tomó con ironía la polémica: «¿El PD en el Gobierno, es un problema de Merkel o de Monti?». En un intento de dejar claro que no tiene el veto de Alemania, el hombre al que las encuestas dan como favorito para la victoria este fin de semana añadió con un tono más serio que interpreta lo ocurrido «más como una metedura de pata del Profesor que como una iniciativa de Merkel. Los gobiernos europeos se respetan entre ellos y Monti lo sabe».

Si en Italia se habla mucho de Alemania, en este último país también se habla con insistencia de las elecciones italianas, pero lo que todos temen allí es que se produzca una vuelta de Silvio Berlusconi a la jefatura de Gobierno.

Martin Schulz, el presidente del Parlamento Europeo, lo dejó claro al alertar a los electores italianos sobre el voto a Berlusconi. En la misma línea se prinunció el exconsejero de Kohl, Michel Stuermer. En una entrevista en Repubblica afirmaba que, en su país, «el centro izquierda no asusta. Sin ir tan lejos, El desastre sería Berlusconi». Sin mostrarse tan abierto, el ministro de Hacienda Wolfgang Schauble echó un capote al primer ministro afirmando que «con Monti Italia ha dado pasos de gigante».

Cinco millones de indecisos

Estos últimos días todos los candidatos intentan atraerse a los indecisos, un número que se calcula en torno al 30%, lo que supone unos 5 millones de votantes decisivos para la formación del futuro Parlamento, sobre todo el Senado. Gran parte son antiguos votantes del Pueblo de la Libertad de Berlusconi, desilusionados y perdidos, con la gran tentación de dar su voto al Movimiento 5 Estrellas, sobre todo en regiones del norte como el Veneto, donde la alianza de la Liga Norte con Berlusconi no ha gustado. Será un voto de protesta por una campaña electoral que en la calle muchos definen como «de vómito», «incalificable» o «patética».